Están hartos y también cansados. Pero los vecinos de Miranda piensan adoptar cuantas medidas sean necesarias con el único fin de acabar con los continuos asaltos que sufren en sus viviendas. Ayer, sin ir más lejos, un numeroso grupo de vecinos se concentró en la plaza de Santa Ana para mostrar su malestar por dichos robos y para advertir a los cacos de que seguirán vigilantes.

El presidente de la asociación de vecinos de Miranda, Félix Rodríguez, aprovechó el encuentro para recomendar a los vecinos que llamen al 091 "ante la menor sospecha". Los vecinos, aún así, siguen organizados en patrullas y cada noche vigilan el barrio para disuadir a los delincuentes.