Los conductores de los autobuses urbanos de la Compañía del Tranvía Eléctrico de Avilés (CTEA) -concesionaria del servicio de transporte público en buena parte de la comarca- han ganado por segunda vez (ahora en el Tribunal Superior de Justicia de Asturias) el pleito que les enfrenta a su empresa a costa de la inclusión en su régimen de trabajo de un tiempo de descanso que dé cumplimiento a una sentencia de carácter europeo (actualmente recurrida) que estipula que los trabajadores del transporte urbano de pasajeros tienen que descansar 30 minutos cada seis horas trabajadas y 45 minutos si la jornada es de nueve horas. "No pedimos más que descansar el tiempo que nos corresponde, lo cual redundará en la seguridad de los pasajeros", manifestó ayer Ramón Luis Blanco, delegado sindical de CC OO, la central que promovió por la vía del conflicto colectivo la demanda que los jueces han dado por buena en primera y segunda instancia.

Los conductores de la CTEA hacen jornadas diarias de ocho o nueve horas y actualmente no descansan "ni un minuto", según Blanco. La empresa, siempre según fuentes sindicales, llegó a proponer al comité pasar de la jornada continua a otra partida para así cumplir el precepto de descanso que marca la sentencia europea, pero la plantilla rechaza semejante posibilidad -implicaría perder dinero- y llegó a sopesar como medida de presión la convocatoria de una huelga, una opción finalmente dejada en suspenso.

Un portavoz de la CTEA adelantó ayer que, a la vista de la sentencia, la empresa recurrirá la misma ante el Tribunal Supremo "convencida de que tiene argumentos de peso" para rebatir el punto de vista que hasta el momento han venido imponiendo los jueces.