Prisión provisional y sin fianza para el detenido por una presunta violación en un piso de acogida del Quirinal. La titular del Juzgado de primera instancia e instrucción número 4 de Avilés, en funciones de guardia, ordenó ayer el ingreso en la cárcel de M. B., de 22 años y natural de Guinea Conakri, tras tomarle declaración en el juzgado, donde según las fuentes consultadas ofreció versiones contradictorias sobre los hechos investigados.

El joven llegó a Avilés el pasado 4 de enero procedente de Bélgica, amparado por una organización no gubernamental. Es decir, llevaba 18 días en la ciudad, residiendo en un piso de acogida, cuando supuestamente abusó sexualmente de una avilesina de 18 años, como adelantó LA NUEVA ESPAÑA. La jueza le atribuye inicialmente un delito de abusos sexuales y la prisión provisional pretende además garantizar su comparecencia en un futuro juicio, dada su situación irregular (llegó a España de la mano de la ONG como demandante de protección internacional).

La Policía Nacional detuvo a M. B. el pasado martes en la misma vivienda en la que se produjo la supuesta violación. Pasó la noche arrestado en la Comisaría, donde se acogió a su derecho a no declarar y donde los investigadores le sometieron a la prueba de ADN.

Pasadas las diez de la mañana de ayer llegó a los Juzgados esposado y abandonó el palacio de justicia pasadas las dos de la tarde en un coche policial, tras prestar declaración ante la jueza de guardia bajo la asistencia de una abogada de oficio (María García Vázquez) y con la intermediación de una traductora (dijo que solo habla francés).

La supuesta víctima denunció a M. B. el pasado lunes tras compartir lo sucedido el fin de semana en las redes sociales. Los hechos se registraron en la madrugada del viernes al sábado. La joven, de 18 años, volvía a casa por el centro de la ciudad alrededor de las 2.30 horas tras haber consumido alcohol la noche del viernes, "como cualquier otro adolescente", aseguró. Cuando bajaba la calle Rivero, dos chicos, a los que no conocía, se le acercaron y la invitaron a casa. La chica aceptó, pero a mitad de camino cambió de idea e intentó irse por su cuenta, según su relato.

"Me intenté marchar, pero ellos me agarraron y me llevaron hasta un piso del Quirinal. Allí me encerró uno en el baño (supuestamente M. B.) con pestillo, me agarró del cuello, del pelo e hizo lo que quiso conmigo. Cuando conseguí salir del piso me agarraba y no me dejaba marchar", compartió la joven en redes sociales.

El detenido expuso ayer a la jueza que conoció a la supuesta víctima esa misma noche y negó tajantemente que los hechos sucediesen como ella expuso a la Policía Nacional, explicaron fuentes próximas al caso. Pero, a lo largo del interrogatorio, acabó reconociendo que había mantenido relaciones sexuales con la joven y entrando en contradicciones en su exposición de los hechos.

Según las fuentes consultadas, el detenido negó "de forma categórica haber violado a la chica", pero las contradicciones en su relato y el riesgo de fuga por encontrarse en situación irregular fueron determinantes para su ingreso en prisión.

El joven no cuenta con antecedentes, según ha podido saber este periódico. Entró en España por Ceuta, donde pasó seis meses retenido por la Policía por su situación irregular, también lo retuvieron dos semanas en Madrid, después viajó a Alemania y Bélgica, su último destino hasta su llegada a Avilés amparado por una organización especializada en la integración de migrantes. Tras pasar 19 días en un piso de acogida del Quirinal ha vuelto a ser detenido, pero como presunto autor de un delito.