El "afán recaudatorio" de la Sociedad General de Autores (SGAE) llega "hasta el límite" de cobrar por actuaciones que nunca se celebraron aunque previamente habían sido anunciadas. Eso dicen los responsables de la asociación de vecinos del Centro "Pedro Menéndez", a los que la entidad reclama 96 euros en concepto de derechos de autor por la organización de un concierto durante las fiestas de San Nicolás del año 2015, que finalmente no tuvo lugar. "Ese grupo no actuó, pero en la SGAE tenían el cartel que anunciaba ese concierto y nos cobró en base a ese póster", relata Pablo González Castañón, portavoz de la entidad vecinal e integrante de la Plataforma contra los recortes y por los servicios públicos de la comarca de Avilés.

La actual relación de la SGAE con las asociaciones de vecinos y otras entidades sin ánimo de lucro es tensa debido a que la entidad quiere hacer caja por los derechos de autor de los conciertos y verbenas celebradas en los últimos cinco años. Por ese motivo, y para evitar que en el futuro se puedan volver a producir ese tipo de actuaciones, la plataforma contra los recortes convoca el próximo 31 de enero a todas las asociaciones de vecinos y comisiones de festejos de Avilés, Corvera, Castrillón y Gozón -en torno a medio centenar- "con el fin de buscar soluciones y hacer propuestas conjuntas". La cita será en el centro de estudio de la calle Conde del Real Agrado, número 2, a las 19.00 horas. En la reunión estará también Jorge Castellanos, abogado especialista en estos temas. En el encuentro se tratarán asuntos como el de los vecinos del Centro.

El objetivo de la reunión es que los presentes se sumen a un manifiesto en el que se inste a los partidos a nivel estatal a modificar la ley que regula los derechos de autor para permitir "exenciones de algún tipo a las asociaciones de vecinos, entidades sin ánimo de lucro". "Y reconociendo los derechos de autor, clarifique qué, por qué, cómo y quién recaude este impuesto", afirma el manifiesto.

El escrito que se abordará en la reunión denuncia "la actitud de prepotencia y arrogancia con la que la SGAE contacta con las diferentes asociaciones: mediante una carta nada amable, sino más bien amenazadora". "Son entidades sin ánimo de lucro y con economías muy precarias y que tienen unas cuotas casi simbólicas, acordes a los tiempos de crisis que vivimos, y que se dedican a grupos de vecinos para intentar mejorar la calidad de vida de estos. Se realizan charlas, conferencias y, una vez al año, una fiesta en la que suele contratarse una orquesta de bajo coste, la que puede", expone el manifiesto. La plataforma teme que ese tipo de contratiempos provoque la "desaparición" de los colectivos vecinales.