"El mal uso de los medicamentos va en ascenso. Se les está perdiendo el respeto y el miedo", señaló ayer el farmacéutico Juan Antonio Martínez durante la charla que ofreció en la Casa de Cultura, invitado por la Asociación de Amas de Casa de Avilés.

-¿A qué nos referimos cuando hablamos de mal uso de los fármacos?

-Un mal uso puede ir desde tomar un medicamento por iniciativa propia sin haberlo indicado un profesional sanitario (automedicación) al fraude; es decir, falsificaciones de medicamentos que se pueden comprar por internet. Este caso supone un riesgo potencial para la salud porque no se sabe lo que se adquiere, no se conocen las materias primas con las que se ha fabricado, ni de dónde procede, ni cómo se almacena, ni quien lo distribuye. Su adquisición no requiere ningún tipo de receta médica ni de control. Es un riesgo.

-¿También se utilizan mal los prescritos por el médico?

-Sí, sobre todo los antibióticos, por ejemplo la amoxicilina, que es muy común. Hay que tomarlo tres veces al día, cada ocho horas, durante siete u ocho días. Pero como a los tres días mejoramos, dejo de tomarlo. ¿ El resultado? A la semana siguiente se presenta una infección más fuerte y necesitamos un antibiótico más potente para tratarla. Este es un problema muy repetitivo.

-¿Los olvidos son muy frecuentes?

-Si no estamos muy atentos, hay quien olvida una toma y para compensarla decide tomar el doble en la siguiente. También es muy habitual tomar más fármacos de la cuenta e, igualmente, hay quien decide interrumpir el tratamiento y dejar de tomar el medicamento. Se da, por ejemplo, en personas con enfermedades crónicas tipo colesterol o hipertensión. En el caso del primero ocurre que están tomando el medicamento, pero al hacer una analítica que sale bien porque está actuando el fármaco, van y lo dejan. ¿Qué ocurre en el siguiente análisis? Que está por las nubes.

-¿Hay un exceso de automedicación?

-El "me lo ha recomendado mi vecina" o "como me fue bien en otra ocasión y ahora tengo síntomas parecidos, voy a tomarlo" son frases muy recurrentes. También es muy frecuente la automedicación a través del doctor Google.

-¿Cuáles son las consecuencias de la mala utilización de los fármacos?

-Efectos adversos propios de los medicamentos que pueden verse agudizados, interacciones (hay que tener mucho cuidado si se toman otros medicamentos), ineficacia en la terapia y, ahora en época de gripes, resistencia a los antibióticos.

-¿Qué personas pueden verse más afectados por esta mala práctica?

-Las polimedicadas y la gente mayor. Son personas más delicadas y pueden sufrir efectos adversos e interacciones. Pongo como ejemplo un anticoagulante muy conocido, que interactúa con una larga lista de medicamentos y con algo tan del día a día como la aspirina. La toma de ambos fármacos multiplicaría por tres el riesgo de sufrir hemorragias.

-En este sentido, ¿cree que los ciudadanos están suficientemente informados?

-No estoy en las consultas de los médicos, pero quizás se debería incidir un poco más. Por ello, invito a que nos pregunten a nosotros, los farmacéuticos, que somos accesibles, estamos a pie de calle y somos profesionales sanitarios muy formados, especialistas en medicamentos. La farmacia no es un comercio, va más allá; no vendemos bienes de consumo al uso, sí productos sanitarios y los mimamos porque es nuestra vida.

-¿Hay algún truco para tener organizada la medicación?

-Si, hay algo muy simple : un pastillero semanal, organizado por días y por tomas.