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Un paseo por la aristocracia medieval

El historiador Iván Muñiz cierra un ciclo de conferencias en el Museo Marítimo con una charla sobre los antiguos nobles del concejo

Iván Muñiz, ayer, en el Museo Marítimo. RICARDO SOLÍS

El historiador, arqueólogo y responsable de las excavaciones en el Castillo de Gauzón Iván Muñiz habló ayer en el Museo Marítimo de Asturias del Medievo en Gozón. Se centró en las jerarquías existentes en el concejo cuando aún existía el Reino de Asturias. La charla, titulada "En tierra de obispos", reflejó la importancia de los nobles locales. Abundó en la figura de don Addaulfo y de su linaje, uno de los impulsores de la iglesia de San Juan de Nieva.

"Tenía tal importancia ese obispo que a día de hoy podría compararse con un ministro, eran los tiempos en los que Asturias y su reino eran una potencia", destacó el historiador, encargado de cerrar el ciclo de charlas sobre cultura medieval organizadas por el Ayuntamiento. La ría de Avilés, entonces, era la ría de Neva. Era un importante eje comercial y eso provocó que "hubiera más facilidad para la presencia de aristócratas que dominaban la economía y también la política". Frente a la aristocracia, el resto de la población, netamente rural, eran siervos en sus tierras.

Una mujer, doña Aliza, era una de las grandes hacendadas de la villa de Eiras, en lo que actualmente podría identificarse con la zona de Heres y Bañugues. El historiador Iván Muñiz también se refirió a Didaco Peláez de Manzaneda, un merino que tenía la confianza de la infanta Sancha; fue representante real y llegó a gobernar el castillo de Gauzón. Y como estos nobles hubo otros muchos más, como Gonzalo Pérez de Nembro, también con grandes propiedades.

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