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DANIEL GRAO | Actor, es Alberto, el padre que pierde a su hijo en "Los universos paralelos"

"Haciendo de Mario Conde me di cuenta de que el ego sin medida es autodestructivo"

"Primero de Interpretación debería hacerlo todo el mundo para conocerse a sí mismo"

Daniel Grao. R. SOLÍS

- Así se presenta usted en su página web: "Me acuerdo de la guerra fría de mis padres. Me acuerdo de la tristeza de los domingos por la tarde. Me acuerdo de reconocer la tristeza y soledad de mi madre desde una atracción de feria mientras ella esperaba abajo. Me acuerdo de ser un niño serio. (...) La interpretación me salvó la vida". Son palabras que destilan pena; explíquese, por favor.

-Es que fue así: la interpretación llegó a mí en el momento más adecuado vitalmente. Ya la adolescencia, de por si, es un periodo complicado, pero en mi caso se dieron circunstancias familiares de las que me resentí: dejé de ser buen estudiante y me perdí un poco. Fue un profesor de Lengua y Literatura, Jesús Alonso, el que lo cambió todo; montó un grupo de teatro en el instituto y me apunté por curiosidad. Allí se hablaba de Lorca, se tocaba algún canción, se charlaba, ensayábamos alguna pequeña pieza... Tiempo después entré en la escuela de interpretación de Nancy Tuñón, aunque en absoluto pensaba en dedicarme a esto profesionalmente, pero me acabó picando el gusanillo. El resto de la historia es más o menos conocida. Por cierto, Jesús Alonso, que se ha jubilado hace poco, viene a ver todas las obras y sigue mi carrera de cerca.

Daniel Grao (Sabadell, 1976) halló en la interpretación un hilo con el que tejer su vida, hasta ese momento nebulosa, y de momento no le va mal. Debutó en 2001 en una teleserie de la televisión catalana y desde entonces no ha hecho más que engordar su curriculum: tele, cortos, cine y teatro, el género que le ha reportado más premios hasta la fecha. Mañana actúa en el Palacio Valdés, donde será Alberto, un padre que busca razones para vivir después de haber perdido a su hijo.

- ¿Se conoció usted mejor cuando empezó a formarse para actor?

-Sin duda; es más, yo creo que el primer curso de Interpretación debería hacerlo todo el mundo aunque luego estudie para ingeniero. Los primeros años en el mundo de la interpretación son años de autoconocimiento porque el actor -que es su propia herramienta- debe conocerse a sí mismo. Las vivencias atesoradas son un material fundamental para actuar; en mi caso fueron gasolina y el poder quemarlas resultó sanador.

- Ha hecho relativamente poco teatro, pero de la mano de Blanca Portillo, Messiez, Tolcachir, ahora David Serrano... la crème de la crème.

-Es cierto, siempre lo digo: he hecho poco, pero auténticas exquisiteces. Supongo que se debe a que empecé haciendo trabajos para televisión y al teatro llegué tarde; en concreto me lo propuso Blanca Portillo, a la que conocí en "Acusados" como compañeros de reparto. Haber trabajado con esas personas me hace pensar que soy muy afortunado por todo lo que he podido aprender.

- Ha nacido y vivido en Cataluña, ¿cómo lleva usted lo de ser catalán y español?

-Me siento terráqueo y aspiro a ser cósmico. Pienso que todo lo que tiende a separar es tóxico, creo en la unión.

- "Clavó" a Mario Conde en una teleserie; ¿qué aprendió al meterse en la piel de esa persona?

-Viviendo la ficción me di cuenta de que el ego desmedido nos puede devorar, llegar a autodestruirnos.

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