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Los fabricantes de queso azul denuncian la venta de producto francés camuflado

Quesos La Peral, de Illas, solicita al Principado un sello de calidad para mejorar su identificación en el mercado ante la "invasión" extranjera

Fabricación de quesos en La Peral (Illas). MARA VILLAMUZA

Los principales fabricantes asturianos de queso azul están alarmados por la creciente entrada de productos similares procedentes de Francia que se venden con facilidad como si fueran autóctonos debido a la falta de claridad en el sistema de etiquetado. Según los afectados, esta "invasión" se está produciendo gracias a empresas asentadas en la región, que usan envoltorios que resultan confusos para la mayoría de los clientes a la hora de distribuir la mercancía importada. Para conseguir una mejor diferenciación, Quesos La Peral, con sede en el concejo de Illas, ha decidido solicitar al Principado el sello "Alimentos del Paraíso". Es el primer paso en el sector para combatir este intrusismo, que ha disparado la preocupación en los últimos meses.

Los afectados por la venta de quesos azules de Francia como si fueran asturianos señalan que las empresas distribuidoras no necesitan tan siquiera recurrir al timo puro y duro para dar "gato por liebre", sino emplear un etiquetado lo suficientemente confuso para que los clientes "piquen". Destacados productores han comentado esta problemática entre ellos y, según explican, la han puesto en conocimiento de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales. Aunque en ningún caso han presentado denuncias por estas prácticas, a pesar de que algunos dudan incluso de su legalidad.

Los quesos azules asturianos (como el Cabrales, Gamonéu, La Peral, Monje, Pría o El Carballo) son productos de elaboración artesanal que dan renombre a la gastronomía regional. Según explican los productores, las variedades que cuentan con denominación de origen protegida están más seguras ante las prácticas de intrusismo. Sin embargo, las que no disponen de este distintivo sufren de manera más severa este tipo de competencia (al margen de las repercusiones que tiene para las ganaderías, ya que el queso asturiano debe estar hecho con leche autóctona). De ahí que La Peral haya decidido dar el paso de solicitar al Principado un sello identificativo. Una medida que, según explican los responsables de la firma de Illas, trata de proteger su producción ante las prácticas de "camuflaje", que crecen sin parar en el mercado.

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