El emplazamiento idóneo para el albergue de animales, por el momento, no existe. A lo largo de los años han ido surgiendo propuestas que no fructifican por diversos motivos. La ley obliga a todas las ciudades de más de 50.000 habitantes a contar con este servicio. Y para reclamar la perrera se organizaron en la ciudad recogidas de firmas, concentraciones en la plaza de España, actividades de concienciación e incluso manifestaciones. Pero de momento la aspiración vecinal sigue sin materializarse. En la memoria quedan las perreras de Heros y El Espartal, desmanteladas, la segunda en 2001. Después comenzó la búsqueda de un emplazamiento ideal, todo ello sazonado por la polémica: vecinos a favor y en contra, alcaldes enfrentados, privatización de servicios relacionados con la captura de los animales, mandatos plenarios incumplidos e incluso la pérdida de subvenciones.
En 2002, el Ayuntamiento de Avilés llegó a anunciar que alquilaría unas naves en La Lloba, para enfado de Castrillón. No fue hasta 2007 cuando el entonces portavoz de IU, Fernando Díaz Rañón, acudió planos en manos a unos terrenos cercanos a Las Arobias para señalarlos como los idóneos para acoger esa instalación. Pero ese suelo es de Feve y la negociación no fructificó.
En 2012 se creó un grupo de trabajo comarcal, liderado por Luis Ramón Fernández Huerga, para sopesar varias alternativas. Y entonces, por ver primera, se habló de unos terrenos de Cogersa para abrir esa ansiada instalación. Esa idea se retomó, una vez más sin éxito, el año pasado. Ahora, comienza una nueva etapa.
