La empresa Alusin Solar, que dirige Javier Font, se estrelló con el lanzamiento de un nuevo producto: un poste para colocar paneles solares. La firma perdió 19.000 euros, un auténtico batacazo para una firma joven como la suya. "Diseñamos una maravilla de poste, pero el mercado lo que quería eran farolas solares completas. Nosotros fabricamos la base con el objetivo de que el cliente lo completase, pero lo que realmente quería era el producto completo. Aprendimos lo importante que es analizar bien el mercado antes de lanzar un producto", explicó ayer Font en la torre del Niemeyer durante la celebración de las "FuckUp Nights", un movimiento de emprendedores a través de la transmisión de experiencias empresairales en la que un grupo de empresarios expone historias de fracasos en sus negocios o sus empresas.

Font también expuso como "quedarse en la zona de confort" puede convertirse en un enemigo. Alusin Solar tiene sus clientes en el extranjero, pero no siempre fue así. "En vez de centrarnos en la exportación queríamos seguir en casa, no hay que quedarse en la zona de confort", subrayó.

Tito Rodríguez, fundador de Neozing, puso en marcha hace 25 años una agencia de publicidad y marketing de la mano de un socio. "De aquella ni existía la palabra emprendedor, nos llevamos el batacazo, pero esa experiencia traumática fue una oportunidad de aprender y seguir adelante", dijo. Su empresa da ahora a trabajo a cuarenta personas y cuenta con oficinas en Oviedo, Madrid y La Coruña. "El fracaso en España está mal visto, pero yo no me fío de nadie que no haya fracasado una vez en la vida por lo menos. Se puede tener éxito después de un fracaso, pero para eso tienes que ser capaz de analizar las causas reales. Lo importante es tirar para adelante porque el objetivo final es que la empresa perdure en el tiempo", expuso.

Para Iván Arrizabalaga, impulsor de un sistema de aprendizaje por error a través de una aplicación de móvil para la transferencia del conocimiento en las empresas, uno de los errores más frecuentes es "no saber decir que no". "Nos pasamos cinco personas un mes y pico encerradas preparando documentación para optar a una ayuda de la que no recibimos ni un euro. Hay que medir bien el esfuerzo y el rendimiento, distinguir el grano de la paja". La organización del acto corrió a cargo del Parque Científico Tecnológico Avilés Isla de la Innovación y la Asociación de Jóvenes Empresarios.