Los vecinos de la zona de Villalegre, El Pozón y Llaranes llevan años oyendo hablar de la ansiada reurbanización de la calle Santa Apolonia, uno de los principales accesos de Avilés y uno de los viales de la ciudad que más tráfico soporta. Finalmente, será hasta mañana cuando entren las máquinas para cambiar la fisonomía de asfalto y aceras en la mayor obra que se acomete en el concejo en años. Por Santa Apolonia pasan de medio al día unos 20.500 vehículos y los problemas en el tráfico se dan por asegurados. El gobierno local recomienda el uso de rutas alternativas, que estarán señalizadas, para minimizar las afecciones al tráfico. Los trabajos se han planificado de forma que se mantendrá libre una calzada de seis metros de anchura para permitir la circulación de vehículos en ambos sentidos.

La empresa que se ha hecho con los trabajos, los más importantes económicamente de este mandato, empezará mañana a operar. Obrascón Huarte Laín y Tratamientos Asfálticos ganó el contrato por un presupuesto de 2,14 millones de euros, un 25 por ciento menos que el previsto por el proyecto inicial (2,8 millones de euros). Desde finales de abril, no obstante, se están ejecutando los cambios de las redes de abastecimiento de agua, luz y gas por parte de diferentes compañías energéticas.

Los conductores se encontrarán mañana con paneles en puntos estratégicos del núcleo urbano advirtiendo de las obras y a agentes de la Policía Local regulando el tráfico en los puntos más conflictivos. Las recomendaciones son las siguientes: acceso a La Luz y Villalegre desde Los Canapés por la calle del Carmen; acceso de los conductores de La Luz y Villalegre a la autopista "Y" a través del acceso de la autovía del Cantábrico a La Luz (evitando así la glorieta de Los Canapés), y utilizar el enlace de Parque Astur utilizando la carretera Los Campos-Trasona para circular entre el centro de Avilés y Corvera. El Ayuntamiento ejecutará ahora la reurbanización del tramo que va desde el cruce con Llaranes y El Pozón hasta Corvera debido a que el anterior, entre Los Canapés y El Cruce, está afectado por el futuro proyecto de La Llamosa, donde está incluida la construcción de un vial hasta el Alto Vidriero. La obra durará sobre un año y la idea de la adjudicataria es minorar el impacto sobre la vida de los vecinos. Lo normal serán desvíos del carril para entorpecer lo mínimo el tráfico. Sólo en casos extremos se procederá al corte total de la vía. "Serán los mínimos imprescindibles", afirman fuentes municipales. La empresa también tiene previsto realizar algunas de los trabajos durante la noche, cuando el volumen de coches es mucho menor.

El montante total incluye la solución de los problemas de saneamiento en el cruce de esta calle con las de Santa Cecilia y Avilés. El proyecto incorpora también las dos soluciones elegidas por los vecinos en un proceso de votación ciudadana: una glorieta para regular el tráfico en la intersección entre El Pozón y Llaranes y aceras de baldosas de terrazo. Cuando se inicien los trabajos en la futura glorieta de las calles Santa Cecilia y Avilés, se recomienda que el tráfico tanto de entrada como de salida a Llaranes se realice a través del Hospitalillo de Ensidesa. Desde el Ayuntamiento recomiendan especial atención a los usuarios del transporte público. "Aunque en el inicio no se verá afectado el transporte urbano de autobús, los cambios que sea necesario realizar durante las obras (modificación o anulación de paradas, cambios de recorridos, etcétera) serán señalizados con carteles en las paradas de las propias compañías de transporte urbano e interurbano", explican fuentes municipales.

La decisión vecinal de habilitar una rotonda significará el derribo de la marquesina que hay en el cruce del Pozón. Esa opción produjo controversia en el barrio ya que muchos vecinos valoran ese elemento del mobiliario urbano, que se ha convertido, con medio siglo de historia, en todo un emblema.