Comunicado conjunto de apoyo a la marquesina del Pozón

En febrero de 2016, hace más de un año, se celebró en el Centro Sociocultural de Llaranes la presentación pública de las intenciones del gobierno municipal en la adecuación de la calle Santa Apolonia entre la rotonda de Los Canapés y el acceso a la iglesia de Villalegre. En esa reunión la Alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, barajó dos opciones que participarían en una consulta ciudadana: la mejora del trazado actual, mediante una intersección, o la construcción de una rotonda que permitiría que el tráfico fuese más fluido pero, a su vez, implicaría la destrucción de uno de los pocos, sino el único, símbolos del Pozón: la marquesina de La Rocica.

Tras realizarse la consulta popular el resultado fue claro a favor de la rotonda, a pesar de la escasa participación ciudadana. A pesar de ello diversos colectivos y personas individuales se posicionaron en contra del derribo de la Marquesina del Pozón y reclamaban una solución alternativa que, a su vez, permitiese acometer las mejoras necesarias en la zona.

Entre esas voces salieron a la luz las de las asociaciones que firman este comunicado y que en su día, a través de otro, manifestaron su rechazo a la decisión tomada. A día de hoy, como no podría ser de otra manera, respetamos el resultado de la votación pero aun así duele, y mucho, que el final de la marquesina sea la piqueta, sin buscar otras soluciones alternativas.

Fernando Soler del Campo, director de la plataforma de defensa y difusión del patrimonio industrial Monsacro, mostró su asombro ante la inexistente protección para una pieza tan singular como la marquesina y solicitó su traslado al centro de la rotonda. Un símbolo no sólo del Pozón y La Rocica sino de todo Llaranes e incluso del conjunto de Avilés que se construyó con el Tranvía Eléctrico y que continúa en uso hasta hoy mismo, como parada del autobús urbano. "La voluntad popular no exime al Ayuntamiento de su deber, moral y político, de conservar el patrimonio de la ciudad", señaló.

Rubén Domínguez Rodríguez, director del Centro de Interpretación de Llaranes y presidente del Club Popular de Cultura, destacó el valor arquitectónico de la marquesina y lamentó que no se plantease ninguna alternativa a su derribo. "La pérdida de este

emblema va a suponer una pérdida de personalidad grande en la zona", señaló. Ante la posibilidad de construir una réplica indicó que tal acción carece de sentido y constituye un gasto de dinero innecesario por estar cometiendo un falso histórico, descontextualizado de lugar y de función. Sin embargo apuntó las posibilidades en cuanto al valor sentimental que podría tener la réplica.

Por su parte Omar Rodríguez Mayo, portavoz de Arquitectura de Asturias, señaló la importancia de la conservación del patrimonio industrial avilesino como uno de los más relevantes y diversos del panorama regional. Aseguró que si el patrimonio de Avilés es tan rico es gracias a la conservación de elementos patrimoniales de todos los períodos históricos de la historia de la ciudad, incluido el del pasado siglo XX. "Ya hemos perdido elementos de gran interés como el edificio de Control Térmico o la propia Central Térmica de Ensidesa. Si seguimos así no tardaremos mucho en borrar el legado patrimonial de la historia reciente de esta ciudad", señaló.

El objetivo del presente comunicado no es otro que el de lamentar la destrucción de este icono de Avilés e intentar concienciar de la importancia de conservar el patrimonio que nos legaron nuestros antepasados, de la mejor manera posible, y que en ningún caso es un inconveniente para acometer mejoras en las calles. No olvidemos que la marquesina sigue cumpliendo, a día de hoy, la misma función que para la que fue construida.

Fernando Soler del Campo Director de la revista Monsacro

Rubén Domínguez Rodríguez Estudiante de Historia del Arte en la Universidad de Oviedo. Presidente del Club Popular de Cultura "Llaranes"

Omar Rodríguez Mayo Arquitecto Portavoz de "Arquitectura de Asturias"