La planta asturiana de Arcelor-Mittal será la tercera del mundo de esta firma en implantar la macrogestión de datos, conocida como "Big Data". Esta herramienta de innovación permitirá procesar y cruzar todo tipo de información relativa al proceso de producción -desde fotografías a tablas de resultados- para mejorarlo a través del mantenimiento productivo y de proyecciones de todo tipo. El responsable de programas en el Centro de I+D de Arcelor-Mittal Carlos Alba explicó que hasta ahora este sistema ya se ha puesto en marcha en plantas como la belga, pero que la siguiente, de forma inminente, será Asturias. Se trata de una iniciativa pionera en el mundo industrial.

"No hay un estándar industrial para la automatización, y es ahí donde más centrados estamos hoy en día", explicó. Una parte que ya está muy desarrollada de este trabajo es la inteligencia artificial, "en particular algunas técnicas basadas en comportamientos que podemos encontrar en la naturaleza". Así, el grupo ha desarrollado soluciones basadas en el comportamiento de las hormigas para optimizar las líneas de producción.

La revolución en la que trabaja Arcelor no se para ahí. Una iniciativa del Principado para ligar a grandes empresas regionales con "startups" -"Open innovation 4.0" ha permitido que Arcelor ya esté empezando a aplicar el posicionamiento autónomo de drones dentro de las instalaciones, con sensorización adicional en las naves. Y la tarea no es fácil, ya que surgieron complicaciones como las interferencias electromagnéticas o la falta de cobertura en el interior de las naves. Pero las dificultades se van superando y la iniciativa ya es una realidad. "Hemos lanzado este proyecto con mucha ilusión", añadió Carlos Alba.

El Centro Tecnológico de Arcelor-Mittal ha sido elegido por la multinacional como sede de las competencias de digitalización y modelos tecnoeconómicos del grupo. Y en plena crisis, la evolución de este centro de investigación ha sido enorme: en 2008 eran 24 investigadores que daban servicio a cinco plantas y no tenían ningún laboratorio. Ahora, en 2017, el Centro de I+D de Asturias da servicio a 83 unidades funcionales del grupo y acoge a 217 investigadores, que disponen de 20 laboratorios y plantas piloto, según concretó el investigador durante su ponencia en los cursos en el chalé de La Granda. "Todo esto ha sido posible gracias a mucho esfuerzo inversor por parte de Arcelor, de entidades asturianas, del Principado y de programas de financiación nacionales e internacionales", destacó Carlos Alba.

Más información en pág. 38