La feria de ganado en Manzaneda concluyó ayer con una competición de arrastre de bueyes y una sesión vermú. Manuel Hernández, concejal de Educación, Patrimonio y Cultura, destacó el "éxito" del evento celebrado en Manzaneda "pese a los intentos de boicot de última hora". La mitad de los ganaderos apuntados se negaron a participar por considerar que el certamen, definido en sus bases como un concurso local, estaba "amañado" por incluir a reses con códigos de registro de fuera del concejo.

El acto central de este último día de feria fue la exhibición de arrastre con bueyes, que contó este año con cinco parejas de ejemplares. "Tenemos dos parejas veteranas, una de ellas galardonada como la que más peso arrastra de Asturias, y tres parejas jóvenes que no han competido nunca de forma oficial", explicó el ganadero José Manuel Vega. Las pautas de competición "estándar" establecen un tiempo de ocho minutos por pareja en cada sesión de arrastre. "En estos certámenes es imprescindible adecuar el peso de carga al del propio animal", apuntó. Las dos parejas veteranas comenzaron con un arrastre de 1.000 kilos, mientras que las tres restantes iniciaron su turno con una carga de unos 300. "Si vemos que funcionan bien, subiremos la carga, a ver cómo se lo toman. Los bueyes son como las personas, si las atosigamos mucho de primeras no mandan a tomar viento", explicó el ganadero. Cada pareja de reses fue sometida a un estricto ritual de preparación con yugos cornales y tiras de sujeción de cuero bajo los ojos atentos del público. El concejal de Infraestructuras Rurales, Daniel Fernández, alabó el "atractivo" de este formato. "Los niños se suelen entretener más con los terneros, pero para los mayores el verdadero atractivo está en el arrastre de bueyes. Este año contamos con 10 ejemplares muy fuertes", apuntó.

Por su parte, el concejal de Cultura Manuel Hernández quiso aclarar "de una vez por todas" el malentendido con los ganaderos que decidieron no participar en la feria por considerar que un evento local no debería aceptar reses con códigos de registros que no pertenezcan al concejo. "Tenemos la carpa llena de reses aunque una mano negra, por lo que sea, se empeñase en cancelar el certamen. No lo consiguieron. Teniendo en cuenta las dificultades, tener a tanta gente por aquí es un éxito", aseguró. Hernández lamentó "la pérdida de los valores solidarios" por parte de estos ganaderos. "No todas las reses pueden tener códigos de Gozón porque los propietarios tienen pastos dentro y fuera del concejo aunque vivan y sean de aquí. Los pastos no entienden de fronteras.", explicó, y aseguró que los discordantes "podrían haber avisado antes y no el último día" para encontrar a tiempo una solución. "Fue un intento de boicot en toda regla", lamentó.