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MATEO GARLO | Cineasta avilesino, reconocido internacionalmente por sus cortometrajes

"A menos que seas Álex de la Iglesia, es muy difícil vivir del cine en este país"

"La clave de un buen cortometraje es saber entretener y no dar lecciones morales"

Mateo Garlo muestra el cartel promocional de su corto "Parque". R. SOLÍS

Mateo Garlo parece tímido hasta en sus andares. Comenta que no está acostumbrado a atender a los medios de comunicación, pero dentro de poco espera que esto sea pasado. En su primer cortometraje, "Parque", cuenta la historia de un hombre que espera una cita sentado en un banco. A la cita no acudirá su novia, sino que recibirá la sorpresa de un niño. Este cineasta avilesino de 33 años, afincado en Madrid desde hace casi una década, habla para LA NUEVA ESPAÑA tras las buenas críticas y los siete galardones cosechados en diferentes festivales internacionales.

- ¿De dónde viene su afición al cine?

-La afición en sí llega de la mano del cine "largo" ; luego me fui dando cuenta de que el cine corto no está mal. Es un entretenimiento de mi infancia. Desde ver a Marty Mcfly en "Regreso al futuro" a Indiana Jones corriendo tras una bola. Todo ello te hace plantearte que quieres hacer eso: ser el que está detrás o delante de la cámara. Primero entré en el teatro y poco a poco sabes hacia donde te mueves. En este caso yo quise moverme detrás de la cámara.

- Cuando quiso ir hacia detrás de la cámara, ¿pensó que ibas a llegar tan lejos?

-Nunca pensé que iba a llegar a donde estoy, aunque tampoco soy nada todavía. A pesar de ello, estoy trabajando en lo que me gusta: series de televisión. Trabajo de auxiliar en "Amar es para siempre" o la antigua "Bandolera". También te vas soltando en alguna película, pero el trabajo que me paga todo es la televisión. Yo me veía un chaval de Avilés que iba a trabajar en una imprenta porque había estudiado diseño gráfico y reconforta que todo haya salido bien.

- Ahora que ya tiene cierta trayectoria en los cortometrajes, ¿es posible vivir del cine en este país?

- A menos que seas Álex de la Iglesia, es muy difícil vivir del cine en España. Es difícil no encontrar a un camarero en Madrid que no sea actor. Es muy complicado hacerse un hueco en el cine, en este país casi nadie vive de los cortos. Lo único que haces es invertir en los cortos y a la larga tú esperas que esa inversión regrese, pero nunca como querrías. Por otra parte, la competencia es muy grande porque las tecnologías facilitan que cualquiera pueda crear contenidos de calidad, no como antes donde los materiales eran muy caros. Todo ello hace que haya más gente, más festivales y más competencia.

- ¿Cómo surge la idea de "Parque"?

-Esa situación me surgió como muchas veces en las que vas paseando y te montas tus propias películas en la cabeza. Te metes miedo a ti mismo. Cuando lo piensas, llevas 10 minutos metido en una situación que no ha ocurrido. Después piensas la idea y luego la extrapolas.

- ¿El cortometraje recibió algún tipo de subvención?

-En este caso pagué yo todo el proyecto. Como era el primer corto que yo escribía era muy complicado que me dieran la subvención, cuando ya había gente con cierto historial a sus espaldas. Tenía que hacer la historia más barata que yo podía crear y, ese caso, era la historia de dos personas en un parque. Es imposible algo más barato. Hay que jugar siempre a historias de la que tú no dependas. Mis siguientes proyectos intentaré costearlos yo. Si recibo una subvención, genial, pero no quiero tener la obligación de depender de ello.

- ¿Qué máxima debe cumplir un corto para que enganche?

-Lo primero es entretener. La gente no está para que tú le des lecciones morales de la vida; si se la das maravilloso, pero lo que ellos buscan es otra cosa. Saber sintetizar en el corto es primordial, pero de una manera dinámica, no como si tuvieras que amputar un cuerpo y meterlo así en el ataúd porque de otro modo no coge.

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