Al PP le llovieron las críticas cuando la dirección regional ordenó a sus concejales en Avilés (y a los del resto de la comarca) que votaran en contra de la constitución de un consorcio para construir y gestionar la futura perrera, casi con nocturnidad y cuando faltaban pocas horas para el Pleno. La versión oficial, mal explicada en tiempo y forma, decía que apoyar este órgano sería apoyar un "chiringuito". Sin embargo, muchos interpretaron la medida en clave interna, como una desautorización en toda regla a los ediles más distanciados de la gestora local, sobremanera, a Francisco Zarracina, que se había encargado personalmente de buscar terrenos para la infraestructura. Ahora, apenas mes y medio después, el proceso para poner en marcha el albergue de animales ha dado un giro de 180 grados al destapar las tensiones entre los socialistas de la comarca a tan solo unos días de la elección de su nuevo líder regional. Un distanciamiento que tendrá consecuencias de cara a los posteriores congresos locales.
La petición del PSOE de Castrillón de posponer a finales de este mes la votación sobre el consorcio alegando que necesita tiempo para fijar su posición sobre las fincas de La Lloba propuestas oficiosamente para acoger la perrera (donde podría haber una fosa común y restos de trincheras de la Guerra Civil) ha levantado ampollas entre los socialistas avilesinos. Y tampoco ha gustado en la sede de Álvarez Acebal las reticencias de sus compañeros en Corvera a este órgano, al que se unirán como concejo asociado. Detrás de estas decisiones hay cuestiones meramente técnicas o políticas (que en principio no ponen en riesgo el plan sobre el albergue de animales), pero bajo ellas subyacen las crecientes diferencias entre las agrupaciones socialistas de la comarca.
En ese contexto, el PSOE de Avilés se ha quedado solo. El decidido apoyo que desde esta agrupación local se dio a la candidatura de Susana Díaz para las primarias nacionales y su posicionamiento ahora junto a José María Pérez para liderar la FSA (la concejala de Hacienda, Raquel Ruiz, es un peso pesado de esta candidatura) contrasta con las preferencias de sus "vecinos". Porque tanto el alcalde de Corvera, Iván Fernández, como el de Gozón, Jorge Suárez, así como el secretario general en Castrillón, Jesús Cabrales, se situaron hace meses del lado de Pedro Sánchez. Y, por extensión, apoyan a Adrián Barbón para que sea su nuevo líder autonómico.
En este clima de desconfianza se están sucediendo movimientos entre los socialistas de la comarca, a menudo a espaldas de los avilesinos, lo que ha derivado en una evidente falta de diálogo entre compañeros de partido, que afecta no sólo al asunto de la perrera sino también a otros, como es el diseño de la futura política de residuos. Tras la victoria de Pedro Sánchez, sus partidarios en Asturias dan por segura ahora la de Barbón. En ese caso, Avilés quedaría como el único gran núcleo "díscolo" con respecto tanto a la dirección federal como a la FSA. Y algunos están dispuestos a cobrar facturas.
Entre los afines a Barbón, que buscan un candidato de consenso en Avilés por "si acaso" (ya han saltado a la palestra nombres como el del abogado Fernando Prendes), ha empezado a ganar peso la idea de que Luis Ramón Fernández Huerga, secretario general de los socialistas en la ciudad y al que casi todos dan como seguro aspirante a la reelección, deberá ceder parte de su equipo a "otras sensibilidades". O, de lo contrario, advierten de que darán la batalla. Dicen estos dirigentes que el cerco a Avilés en el proceso interno del PSOE está servido. Y que, a medida que pasen las semanas, se podría ir haciendo más pequeño.
