Dibujante de "Bribones", "El Rubius" o "El Síndrome del hilo enredado", Lolita Aldea pertenece a una generación en la que las mujeres irrumpen con fuerza en el mundo del cómic. Se encuentra en Avilés donde participa por primera vez en las Jornadas del Cómic. En la siguiente entrevista muestra su personal visión del género.
- ¿Ser joven y mujer le ha reportado alguna ventaja en el mundo del cómic?
-El cómic, hasta hace relativamente poco, tocaba temas que a priori interesaban más a los chicos. Yo he leído de todo, pero es cierto que con la inclusión del manga, sobre todo en la televisión, las que tenemos 30-35 años nos pusimos en contacto con el cómic. Algunos de aquellos, entre los que me encuentro, somos los que hemos llegado aquí. En cuanto a ser mujer, a día de hoy se ha dado la oportunidad a las que llaman la atención.
- Es fruto de la generación del manga, empezó en este estilo que es el que le gusta, pero dibuja cómic americano. ¿Por qué ese cambio?
-El mercado del manga es muy complicado porque el público quiere el japonés; rechaza el hecho fuera de Japón. Si quería seguir trabajando tenía que ser lo más versátil posible. Con mi educación de Bellas Artes intenté hacer cómic americano y tuve suerte porque conocí al Torres en un evento al que me invitaron cuando gané el concurso Desencaja Andalucía. Me pidió una portada, le gustó y me cogió para hacer la serie corta El Barco Frío de Bribones. Ahora estoy haciendo manga para Planeta -El Rubius-, pero me gustaría volver al americano, donde hay un mercado muy estable, con mucho trabajo y capacidad de absorción de artistas.
- Frente a muchos dibujantes, tiene la suerte de encadenar un trabajo con otro
-Así es y no me lo creo. Me costó debutar pero en el momento que metí la patita ha sido un no parar.
- ¿Hay un cómic femenino?
-Si, pero las mujeres pueden hace cómic masculino y al revés; todo depende de la personalidad de cada uno. Mi obra, por ejemplo, tiene un toque femenino, me gusta dibujar mujeres, pongo mucho cuidado en la ropa de los personajes, cuido la estética y le pongo mimo al detalle.
- La crítica resalta su gran dominio del trazo y la limpieza. ¿Qué dice al respecto?
-Se me hace raro porque veo mis fallos y tengo afán de mejorar. Siempre he estado muy obsesionada por la limpieza en el trazo, que esté bien modulado, fluya bien, las combinaciones de las líneas sean elegantes..
- ¿Dónde encuentra mayor dificultad a la hora de dibujar sus personajes?
-La expresividad es muy difícil, también la profundidad en el cuerpo humano; es fácil caer en equivocaciones. Tengo más dominadas las mujeres, quizás porque las he dibujado mucho, por eso me cuesta más dar plasticidad a los hombres, la perfección muscular me cuesta. Mi talón de Aquiles son los hombres, pero estoy trabajando en ello
- De entre sus personajes, ¿tiene uno favorito?
-Es uno del cual no he podido aún hacer un cómic. Se llama Charlotte, nació hace 10 u 11 años, está en un cajoncito del que quiere salir, pero todavía no es su momento.
- ¿Y de los que tienen vida?
-Weasel, de Bribones. Es muy divertida de dibujar, es una chica muy valiente y violenta, atrevida, de armas tomar. Le puse unos ropajes que hacen que su movimiento sea muy fluido.
- ¿Dibuja a lápiz u ordenador?
-A día de hoy, a ordenador. Antes era una purista, trabajaba a lápiz y con acuarelas, pero al ver que todo pasaba por lo digital, compré una tableta gráfica y tuve que aprender a dibujar de nuevo , pero ha valido la pena. Hago todo el trabajo menos el guión, que normalmente corren a cargo de Torres.
