La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LARRY HAMA | Guionista e historietista estadounidense, padre de "G. I. Joe"

"La presidencia de Trump es como una pesadilla de la que no acabas de despertar"

"Creo que la edad de oro de los superhéroes está a punto de acabar, no existe el hombre jurisprudencia"

Larry Hama, ayer, en Avilés. MARA VILLAMUZA

Es considerada toda una leyenda de los tebeos a nivel mundial y ha vuelto a Avilés 21 años después de su primera visita invitado por los organizadores de las Jornadas del Cómic. Larry Hama (Nueva York, 1949) es guionista, dibujante, actor (formó parte del reparto de la mítica serie "M. A. S. H."), músico y trabaja como editor para Marvel. Hama, que también fue militar, es el autor de "G.I. Joe: A Real American Hero", y uno de los responsables del ascenso a los cielos de Lobezno. Dice la crítica que la mejor etapa de este personaje ya legendario es la del invitado estrella de las Jornadas del Cómic, que ayer bajaron el telón en el auditorio de la Casa Municipal de Cultura de Avilés.

- Participó en la edición inaugural de las Jornadas del Cómic de Avilés, que han cumplido 22 años. ¿Habrá visto la ciudad muy cambiada?

-Sí, hay una transformación física de Avilés desde que la visité por primera vez hasta ahora. Está más limpia y percibo muchísimos colores que antes era difícil ver porque los edificios estaban cubiertos por la polución de la industria pesada. Entonces los altos hornos de la siderúrgica ya no estaban funcionando, pero todavía se podía oler en el aire el aroma del hierro y del carbón. Es algo que ha desaparecido y veo la ciudad mejor, más limpia y más colorida.

- ¿Y cómo ha cambiado el mundo del cómic?

-El cambio ha sido radical por un montón de factores distintos y por una serie de evoluciones diferentes. Un detalle al que no se le suele dar importancia, pero que ha tenido mucha en realidad, es el papel. Su precio ha aumentado muchísimo en los últimos años y ya no es posible hacer un cómic en papel barato, en una edición económica, como se hacía en el pasado. De hecho buena parte de las imprentas que hacían cómics en Estados Unidos han acabado en la bancarrota, y los tebeos norteamericanos se imprimen en Canadá o incluso hasta en China. También ha habido un cambio en la forma en la que los lectores se gastan el dinero.

- ¿A qué se refiere?

-Antes teníamos menos competencia. Ahora los chavales tienen que repartirse la paga entre el cómic, videojuegos y otras mucha ofertas. Los lectores jóvenes han dejado de gastarse dinero en cómics y ahora lo dedican a otras aficiones. De hecho, la edad media del lector de cómic en Estados Unidos es de entre 30 y 40 años. Cuando yo empecé la mayoría de mis lectores tenían de media 11 años. Ya no es el caso. Ha habido un cambio en el tipo de lector y creo que el cómic como lenguaje está en proceso de evolución, tratando de buscar su propio camino.

- ¿Y por dónde discurre ese camino?

-Hay gente que piensa que ese camino está en internet, que los cómics digitales pueden ser el futuro. Yo creo que aparte de eso se está convirtiendo en un objeto de coleccionista, que el tebeo físico tiene un valor y hay gente que considera que es una inversión tener una colección. Eso ha ido cambiando también. Antes, en una sesión de firmas, un chaval traía un cómic. Hoy en día hay un montón de gente, de entorno a los cuarenta años de edad, que te viene con colecciones para que se las firmes, porque creen que puede ser un objeto de gran valor.

- ¿Qué opina usted de quienes dicen que el papel desaparecerá? ¿Cree que los tebeos en papel acabarán extinguiéndose?

-No, no creo que vayan a desaparecer como objeto físico. Es verdad que hay cómics que son muy caros por su calidad, por el tipo de papel, y me estoy refiriendo al mercado de Estados Unidos. Pero en Japón el modelo es muy diferente. Allí publican cada semana tomos muy gruesos, impresos en papel muy barato y de consumo rápido que lee todo el mundo. Puedes entrar en un restaurante de Tokio y encontrarte estanterías llenas de mangas y a un montón de ejecutivos tomándose su sopa mientras están leyendo un manga. O encontrarte la misma escena en el metro con un ama de casa. Hay todo tipo de historias, para todos los gustos. Y ese es un modelo distinto que puede funcionar. Lo que ha ido cambiando también es el contenido.

- ¿Cómo está cambiando?

-En Estados Unidos la situación es muy distinta a como era hace años. Creo que la edad de oro de los superhéroes está quizás en proceso de acabar. Howard Chaykin dijo en su momento que los superhéroes eran como la fantasía de un fascista creada por un liberal. Entiendo a la que se refería y puede que tenga un poquito de razón, porque el superhéroe es esa figura de poder, autoritaria hasta cierto punto, pero que trata de generar un cambio. Estoy totalmente de acuerdo con Chaykin. No existe el hombre jurisprudencia porque los superhéroes siempre se toman la justicia por su mano utilizando el poder físico. Creo que es una concepción errónea que la fuerza física te lleve a tener la razón.

- Y el cómic, además, va mucho más allá de los superhéroes.

-Por suerte, hoy en el día en el mundo del cómic hay mucha más variedad de la que había en el pasado. Pienso en novelas gráficas que son excelente, pienso en la obra de Marjane Satrapi, de Alison Bechdel, que abordan no solo temas relacionados más con la mujer sino que exploran también ciertos tipos de sexualidad, temas que no se veían en el mundo del cómic y que ya empiezan a estar presentes. Se está ampliando el espectro de temas que se abordan y eso me parece muy positivo.

- De los personajes que ha trabajado, ¿a cuál le tiene más cariño? ¿Con qué trabajo se queda?

-Con Bucky O'Hare, porque es mío (tengo los derechos) y porque es el tipo de historia que quería contar sin ningún tipo de traba. Carl Barks (guionista que realizó multitud de historietas de la serie El Pato Donald) decía: "Yo soy a un tipo al que le encantan los patos". Pues cuando yo empecé quería hacer tiras de prensa con personajes antropomorfizados como protagonistas, pero entonces no tuve la oportunidad de hacerlo y acabé dedicándome a los superhéroes.

- ¿Y qué supuso para su carrera "G. I. Joe."?

-Fue una gran oportunidad porque en aquel momento me costaba encontrar trabajo como guionista, tanto en Marvel como en cualquier otra editorial. En todos sitios me decían: ¿Cómo vas a escribir guiones si eres dibujante? "G. I .Joe" me dio la oportunidad de poder escribir los guiones. Me ofrecieron la serie cuando todos los demás guionistas la habían ido rechazando. Fue al último que preguntaron y acepté el trabajo sin dudarlo. Y pude contar mis propias ideas a través de este cómic, en el que tenía que hablar de la guerra y del ejército. No me apetecía que la gente que estuviera escribiendo los guiones no conociera el ejército, que fuera demasiado chovinista, que se pasara de ultra patriótico. Me considero bastante antibélico y decidí centrar la serie en la camaradería y el honor entre los personajes, algo que no se solía ver en este tipo de historias. Me centré en tipos que nadie conoce, que nunca reciben una medalla pero que tienen una integridad única.

- Si le pidiese un guión para un tebeo protagonizado por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump ¿qué me ofrecería? ¿Cómo lo representaría?

-Me sería muy difícil aceptar un encargo así porque no me gusta nada el presidente de los Estados Unidos. Cuando ganó las elecciones me quedé absolutamente boquiabierto, en estado de shock, como la mayoría de gente que conozco y que me rodea. Es como una pesadilla de la que no consigues despertarte. No sé cómo podría describir a alguien así incluso en las páginas de un cómic. Da igual la situación que se te ocurra, por extraña o fantástica que sea, al día siguiente lees la prensa y resulta que ha hecho algo aún más raro o extraño, no deja nunca de sorprendernos. Eso es uno de sus grandes rasgos, cuando crees que lo que dice o hace no puede ir a peor, al día siguiente lo vuelve a conseguir. Es un oportunista, un manipulador y está desequilibrado. Solo se preocupa por sí mismo y nos puede llevar a una crisis muy seria. Creo que es un peligro para el mundo.

Compartir el artículo

stats