El colegio San Fernando se ha convertido este curso recién iniciado en el único centro concertado de Asturias que aboga por el sistema de docencia Programa de la Escuela Primaria (PEP), un innovador plan de enseñanza destinado a alumnos de tres a doce años que está basado en el aprendizaje activo de conceptos, alejándose del "tradicional volcado de contenidos planos en un exámen", según explicaron ayer sus impulsoras. Este programa está enmarcado en el Bachillerato Internacional (IB), un sistema que aplica este tipo de docencia en todos los cursos de Primaria, Secundaria y Bachillerato. El centro quiere que todos sus alumnos se rijan por esta modalidad en apenas un año.

Tan solo cuatro centros de Asturias tienen implantados algunos de los sistemas de este programa internacional. El centro avilesino es el único de la comarca que aplica el novedoso programa. El escollo que impide la modernización del sistema educativo en todos los centros regionales es, según las docentes que lo dirigen, el presupuesto. "Es muy costoso formar a los profesores y remodelar el centro para que cumpla los requisitos del programa. En Avilés, somos unos pioneros, pero el sistema verdaderamente funciona y los alumnos comprenden mejor los contenidos", explican.

Las encargadas del nuevo programa de primaria son Mónica R. Corominas, jefa de estudios de Innovación Educativa; Carmen Bueno, directora académica; y Adriana Álvarez, coordinadora del Programa de la Escuela Primaria. Las docentes afirman que el centro lleva tres años preparándose para implantar este sistema. "Es una forma de dar clase completamente diferente, mucho más activa y mucho más individualizado en cada alumno. Tuvimos que formarnos casi desde cero", destacan.

La metodología de docencia del PEP permite a los niños "indagar en sus propios descubrimientos a partir de conceptos generales", según explicó ayer Corominas. Con esta forma de aprendizaje, los alumnos dejan de lado el tradicional volcado de contenidos en un examen escrito. "El problema es que al obligar a los alumnos a memorizar contenidos que no entienden, se olvidan de lo aprendido al aprobar la asignatura. El IB adopta una forma de enseñanza completamente distinta y los alumnos notan la diferencia, se interesan más por las clases", indica Bueno. La evaluación, ahora, se llevará a cabo a lo largo de todo el curso y no solo en el examen final. "Con el PEP se valora cómo empieza el alumno el curso, cómo maneja los contenidos y qué reflexión final saca de ellos", dice Álvarez.

Según Corominas, este forma de enseñanza es "más compleja", pero "más efectiva". "Si explicamos el sistema solar nos interesa que además de los planetas los niños aprendan qué significa el concepto de sistema, que reflexionen sobre ello", indica. Además, Bueno considera que este tipo de docencia supone volver "a la enseñanza de antes". "Me vuelvo a sentir maestra. Usamos los libros de texto como recurso pero nos centramos en que los niños aprendan, no en que memoricen", sentencia.

Este nuevo sistema educativo podrá completarse, "con suerte", el año que viene, con la introducción del pograma de Secundaria para alumnos de entre 12 y 16 años. Denominado por el IB como Programa de Años Intermedios (PAI), la aplicación de este programa completaría todo el tramo educativo del centro según las normas del Bachillerato Internacional, ya que desde los últimos cinco años los estudiantes pueden cursar el Programa del Diploma (el equivalente al bachiller de la LOMCE, para alumnos de entre 16 y 19 años).