Un ordenador portátil conectado a la red eléctrica durante toda la noche pudo ser el causante de un cortocircuito que originó, ayer por la mañana, un incendio en un piso de la calle Juan Uría Ríu (El Quirinal), según fuentes policiales. El fuego obligó a atender a cuatro personas por inhalación de humo, ninguna de ellas estaba grave. Los hechos sucedieron entorno a las siete de la mañana.

El Centro de Coordinación de emergencias envió a la zona a bomberos de los parques de Avilés y Pravia, que se trasladaron con dos autobombas urbanas ligeras, la autoescalera y la autobomba forestal. El fuego se inició en un segundo piso y originó una gran humareda que afectó tanto a la vivienda como al resto del edificio, de cinco plantas. Un portavoz de la Policía Local de Avilés explicó que varios vecinos, alertados por la situación, se metieron en uno de los pisos para protegerse de lo que estaba sucediendo.

Los bomberos accedieron al piso siniestrado con los equipos autónomos de respiración y, tras utilizar ventiladores para despejar la zona, localizaron el incendio en una habitación, donde había "una gran carga de fuego". Lo extinguieron, desescombraron y refrigeraron el inmueble. Con la cámara de imágenes térmicas, los bomberos comprobaron que no quedase ningún foco de calor.

Mientras una parte de los profesionales trabajaban en la extinción del fuego, otros efectivos utilizaron la autoescalera para evacuar a una mujer. Ésta, junto a otras tres personas, fue atendida en el lugar por el personal médico de la uvi móvil avilesino por inhalación de humo. No fueron trasladados a ningún centro hospitalario.

Cuatro vehículos de los bomberos y agentes de la Policía Local acudieron en torno a las 22.30 horas a la calle Fernández Balsera ante una alerta por mucho humo en un local. A los pocos minutos, se fueron.

La Policía Local de Avilés, por otra parte, detuvo también por la mañana a un hombre por conducir bajo los efectos del alcohol por la avenida de Cervantes. Los agentes dieron el alto a M. A. A. L., de 40 años y vecino de Avilés, sobre las seis de la mañana tras percatarse de que un vehículo circulaba de una manera "anormalmente reducida e invadiendo el carril contrario". Cuando le practicaron el test de alcoholemia, éste arrojó un resultado de 1,07 miligramos por litro de aire espirado, cuatro veces más del máximo permitido (0,25). Está acusado de un delito contra la seguridad vial.