El traslado de la marquesina de La Rocica hasta la calle Monte Viso, que ayer aprobaron por amplia mayoría los grupos municipales del Ayuntamiento, obligará a cortar durante dos días la calle Avilés, tal y como recoge el informe técnico en el que se basó la decisión política. La alcaldesa, Mariví Monteserín, reunió a los representantes de todos los grupos municipales y manifestó el respaldo del gobierno socialista a este indulto para la visera, que en un principio estaba condenada a la demolición. Y es que en el proceso de participación ciudadana que planteó hace meses el gobierno local para decidir si construir una rotonda en la avenida de Santa Apolonia -y tirar la marquesina- o mantener un cruce y la visera, la primera opción ganó con holgura, decisión asumida por la administración local.

"Vamos a intentar que se lleve a término con los menos problemas posibles. Es una buena decisión que tiene en cuenta sólo el valor histórico sino también el valor sentimental de la marquesina. Y sobre todo la viabilidad del traslado". El dinero, aclaró provendrá de la partida de inversiones y no es necesario retirarla de otras partidas. El cambio de planes supondrá un gasto de 90.000 euros por encima de lo previsto. La redacción del estudio y del proyecto para el traslado costará 13.000 euros y la obra en sí, otros 136.000 euros, una cantidad superior a la que costaría la reproducción a escala. El alto coste del traslado es uno de los argumentos que llevaron a la portavoz de Ciudadanos, Carmen Pérez Soberón, a anunciar el rechazo de su partido a esta mudanza. "Es un coste realmente alto por una pieza que no tiene un valor histórico demostrado, sino sentimental", señaló la concejala. Y añadió que no es justo invertir en la marquesina una partida necesaria en otros puntos de la ciudad. "Además hay un proceso de participación ciudadana que fue el que decidió lo que se iba a hacer", añadió.

Carlos Rodríguez de la Torre, portavoz del PP, aseguró que su partido mantiene la misma postura que tenía en junio, cuando el partido presentó una moción para pedir que la marquesina fuera calificada de interés para su protección. "Ahora nos dicen que hay dos opciones: o hacer una réplica o trasladarla. No queremos que la tiren, pero nos preocupa el coste", apuntó.

Finalmente, David Salcines, portavoz de Somos, también quiso hacer una valoración del indulto a la marquesina. "No hay ninguna duda de que Somos Avilés tiene una postura clara y contundente en defensa del patrimonio. fundamentalmente con el plan del casco histórico, pero también con los Canapés y con la marquesina", comenzó. Después se refirió a la consulta ciudadana, donde en ningún momento se planteó una alternativa para la marquesina, y al trabajo del Club Popular de Cultura Llaranes para pedir el traslado, que suscitó el apoyo de entidades como la Fundación Docomomo, el Colegio de Arquitectos, el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo y el Incuna.

"Somos ha puesto sobre la mesa todas estas cuestiones. Los costes, después del proceso de licitación, van a ser menos", apuntó Salcines. Por último lamentó que la marquesina no se haya mantenido en el mismo eje viario, lo que hubiera sido más adecuado por una cuestión tanto histórica como de identidad vecinal, aunque los técnicos lo desaconsejaron. Finalmente, concluyó: "El proceso de participación fue mejorable".