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El San Fernando dice adiós al libro de papel

El colegio sustituye en Secundaria los manuales tradicionales por ordenadores portátiles con material interactivo

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Los alumnos del colegio San Fernando y las nuevas tecnologías

Los libros de texto son cosa del pasado en el San Fernando. La dirección del colegio, consciente del auge de las nueva tecnologías y de que sus 1640 alumnos pertenecen a una era netamente digital, ha sustituido este curso los libros de papel por modernos ordenadores en Secundaria y Bachillerato. El resto de niveles -Primaria e Infantil- utilizan también en su mayoría portátiles o tabletas. "Debemos ser conscientes de que las nuevas generaciones se manejan mejor en dispositivos digitales y que, seguramente, su futuro laboral implique también el uso de pantallas", explica Mónica Corominas, jefa de estudios de Innovación Educativa.

Excepto las materias de Lengua e Inglés, todas las asignaturas de Secundaria se imparten ya a través de ordenadores. "Hemos firmado un convenio con Google. La gran mayoría de alumnos han comenzado este curso con un modelo portátil de la empresa que facilita una barbaridad la enseñanza", apunta Corominas. "Lo reseñable de estos dispositivos es que están interconectados, es decir, desde el ordenador central instalamos un libro con información, un vídeo o un programa específico y, al segundo, todos los alumnos lo tienen en sus pantallas", destaca Carmen Bueno, directora académica. Ahora, el centenar de docentes del centro acude a jefatura a solicitar la instalación de cualquier programa informático que facilite la comprensión de su asignatura. Si se instala en el ordenador central, todos los alumnos conectados a Internet pueden usarlo de forma inmediata desde su ordenador.

De esta forma, el desembolso económico de comprar un nuevo modelo específico de ordenador beneficia, "a la larga", el aprendizaje del alumno. "Cuando salen del centro, ese ordenador es suyo y hacen con él lo que quieren. En las aulas, se modifican para darles un uso exclusivamente académico. Los padres no tiene ya que invertir en programas técnicos de dibujo o música, ahora todo se hace desde aquí de forma inmediata y para todos", explica Corominas.

Las docentes hablan del "entorno San Fer" para referirse a la red inalámbrica del centro. "Una vez dentro, se restringen las páginas no permitidas y el ordenador pasa a ser una herramienta más del aula. Enriquece mucho el tradicional libro de texto. Ahora ven vídeos, mapas conceptuales, juegos interactivos... Todo tipo de aplicaciones que se instalan aquí directamente a la nube, por lo que el espacio de memoria del ordenador de cada alumno no se ve alterada", concluyen.

El centro cuenta con un panel de control desde el que se supervisa el uso de los dispositivos. "Tenemos un cortafuegos que restringe el acceso a ciertas páginas. Es un mecanismo modulable, podemos permitir ciertas páginas en los últimos cursos y cerrarlas en los primeros. Es un sistema unificado pero particular para todos", destaca Laureano Álvarez, responsable del departamento de Informática.

La modernización del colegio pasa también por la aplicación de métodos docentes que van "más allá de la inteligencia matemática y lingüística". Por eso, ha puesto en marcha el uso de terapias con perros, un aula infantil con supermercado y enfermería y una moderna sala de laboratorios. "Cada niño aprende de forma distinta, debemos explotar su capacidad espacial, su aprendizaje visual y cualquier mecanismo que ayude al alumno a aprender y relacionar conceptos", subraya Corominas.

Así, el aula de preinfantil está concebida como una ciudad a escala. "Tienen un centro de salud de juguete, ahí se visten con batas blancas y aprenden las partes del cuerpo y, de paso, pierden el miedo a su pediatra. Tienen una zona de teatro donde juegan con marionetas y bailan, una zona de supermercado para descubrir el nombre de los alimentos, un centro veterinario para aprender a nombrar y respetar a los animales...", resume Corominas. "Y como toda ciudad, un colegio con mesas y sillas. Ahí es donde hacen el trabajo más académico: rellenan fichas y se sientan en grupos", añade Bueno.

Los niños de tres a cinco años con necesidades educativas especiales reciben desde hace varios cursos un taller semanal de terapia con perros. "Hemos notado una diferencia brutal. Teníamos niños que antes no sabían comunicarse de ninguna forma que ahora comprenden conceptos perfectamente. En el San Fernando, mezclamos la tecnología con nuevas formas de docencia", concluye Corominas.

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