El embarque de las grandes torres amarillas que desde hace semanas se pueden ver en el muelle de Valliniello, piezas de transición para un parque eólico marino alemán, comenzó ayer por la mañana y se prolongará durante al menos dos jornadas. Cargar cada una de las piezas conlleva unas tres horas de trabajo. "La operativa es compleja. La carga es muy delicada porque requiere la colocación vertical de los equipos en la bodega y asegurarla a continuación", explicaron fuentes de Marítima del Principado.

Esta operación inaugura los transportes del proyecto Merkur, un parque eólico marino situado 45 kilómetros al norte de Borkum (Alemania), en el Mar del Norte, que con una capacidad de casi 400 megavatios será una de las mayores instalaciones de este tipo en el país. Los ingenios, fabricados en los talleres de Idesa y Windar Renovables en el parque empresarial, se acaban de montar en los muelles de Valliniello. Las piezas, de unas 330 toneladas de peso cada una y 28 metros de altura, saldrán del puerto de Avilés hacia el de Eemshaven, en Holanda.

El proyecto del parque eólico Merkur Offshore implica el suministro e instalación de estos 66 aerogeneradores marítimos Alstom Haliade 150-6MW. Las previsiones pasan porque esté en funcionamiento a finales de 2019 y que suministre energía a 500.000 hogares cada año. Cada aerogenerador, que reposará sobre las piezas fabricadas en Avilés, tiene una potencia de seis megavatios y podrá suministrar energía a 5.000 hogares. Las estructuras se cargan en el "Rolldock Sea", un buque de 143 metros de eslora que está equipado con dos grúas tándem de 350 toneladas de capacidad cada una y que llegó a Avilés la pasada primavera. Están previstos nueve envíos.