Vicente Cuquerella Gamboa (1967), comandante de la fragata "Navarra", participó en la denominada EUNAVFOR MED (siglas en inglés para la "operación Fuerza Naval Mediterránea de la Unión Europea"), un proyecto europeo en colaboración con la ONU para el rescate de los inmigrantes que intentan cruzar el mar rumbo al Viejo Continente. La ahora denominada "operación Sophia" -en honor a la primera niña nacida en un buque italiano tras el inicio del proyecto-, rescató, bajo el mandato de Cuquerella, a 2.840 migrasteis y colaboró en el procesamiento de 150 traficantes de personas en el mar de Libia. Ayer, dio una charla en el Centro de Servicios Universitarios de Avilés.

- ¿Cómo nace la "operación Sophia"?

-Nace de la más pura necesidad. La Unión Europea se dio cuenta de que el tráfico ilegal de personas estaba provocando una barbaridad de muertes en el Mediterráneo y que esa gente, además, se ahogaba en su intento de llegar aquí, a Europa.

- Pero el problema migratorio existía antes de que se lanzase este proyecto.

-Sí. Pero es que antes se trabajaba más en el ámbito de la inteligencia, quiero decir, se intentaba controlar los países de origen. El trabajo era un poco más de oficina, digamos. Se vigilaba la situación política y económica de los países en conflicto.

- Para que la población no tuviese que huir.

-Claro, es que a eso seguimos aspirando todos, creo. Es el objetivo ideal de Europa. Pero llegamos a un punto insostenible, la gente se lanzaba al mar en un estado completo de desesperación. Europa se dio cuenta de que las acciones ya no podían limitarse solo a la tierra, porque mucha gente estaba ya ahogándose.

- ¿Qué ha conseguido Sophia, entonces?

-Pues el proyecto empezó en octubre de 2015 con una labor más de inteligencia, un poco para tantear el terreno. Esa sería, digamos, la primera fase. La segunda fue la más conocida, fue el lanzar buques y fragatas a la mar para evitar el tráfico de personas.

- ¿Cuál es el balance de lo conseguido por "Navarra", su fragata?

-Partimos el 18 de septiembre de 2016 y volvimos el 28 de enero de 2017. En ese tiempo, participamos en el procesamiento de 150 traficantes de personas. También colaboramos en rescates.

- ¿No estaba eso en el plan?

-Bueno, estaba, pero de otra forma. La operación no registra, como tal, el rescate de migrantes. Pero la Ley del Mar estipula que si te encuentras con personas en estado de peligro, debes recogerlas. Y eso hicimos, claro.

- De ahí el nombre de la operación.

-Sí. Sophia fue la primera niña nacida en un buque italiano durante un rescate de esta operación, que acabó por adoptar su nombre, como un homenaje.

- ¿Cuál fue el mayor rescate de "Navarra"?

-Es gracioso, porque yo antes de salir empecé a echar cuentas y estipulaba que entrarían unas 200 personas, además del personal de dotación del barco. Después, dije que, bueno, igual 500. Pero, claro, si te encuentras con 700, ¿qué haces? Las ayudas. Nuestro mayor rescate salvó a 730. Eso sin contar a la de dotación, que éramos 210 personas.

- ¿Volveréis al Mediterráneo?

-Sin duda. Es que esto va por turnos. Un buque está unos cuatro o cinco meses por allá, regresa, y otro le toma el relevo.

- ¿España hace lo suficiente?

-Yo, que lo he vivido, opino que España colabora muchísimo en el tema de los migrantes. Los buques españoles cuidan mucho de la gente que rescata. He visto a compañeros comprar decenas de juguetes para regalárselos a los más pequeños. Ante la duda, un dato: todo el personal enviado por España ha rescatado, en total, a 11.000 personas dentro de esta operación.