La abogada avilesina A. M. R. F. se sentará mañana en el banquillo de los acusados de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial cuatro años después de que empezaran a trascender las denuncias de decenas de sus clientes. La letrada, que se dio de baja de forma voluntaria en el Colegio de Abogados en 2013, "está deseando que se celebre el juicio", según su abogado Marcelino Tamargo. "Ella no se apropió de nada. Confía en los jueces y está convencida de que no va a pagar por lo que no ha hecho. Está enferma y está tomando una medicación especial para afrontar el juicio. No podemos olvidar que ha protagonizado tres intentos de suicidio", sostiene el letrado defensor.

La vista se desarrollará en siete sesiones, los días 23, 24, 25, 30 y 31 de octubre y el 2 y 3 de noviembre, dada la cantidad de supuestos damnificados, un total de 39. A. M. R. F. está acusada a estafarles durante años. La Fiscalía pide para ella diez años de cárcel por varios delitos y el pago de indemnizaciones que superan los 1,5 millones de euros. La defensa sostiene que la imputada sufre una enfermedad mental crónica y pide la absolución de todos los cargos que le imputan: un delito continuado de apropiación indebida.

Según Tamargo, la acusada "padece un síndrome bipolar muy agudo" y "la práctica totalidad de las denuncias son falsas". "Tiene un sentimiento de culpabilidad por dos clientes a los que sí pudo haber fallado, una negligencia como consecuencia de su enfermedad, pero mucha gente se sumó al carro para aprovecharse de la situación. Cada sentencia absolutoria conllevará una querella por denuncia falsa", aseveró el letrado defensor.

Según el relato de la fiscal, la letrada A. M. R. F. constituyó en 2005, junto a otros dos abogados, una sociedad limitada profesional, de la que era administradora solidaria. Sin embargo, en 2012, la marcha de uno de los socios dio pie a que fuese designada administradora única de la sociedad.

Entre 2001 y 2013, siempre según las conclusiones provisionales de Fiscalía, la acusada se comprometió con un buen número de clientes a desarrollar ciertas gestiones. Sin embargo, éstas nunca se realizaron, pese a que los clientes sí pagaron. Para mantener el engaño en el tiempo, la abogada "confeccionó documentos oficiales y manipuló resoluciones judiciales que tenía en su despacho pertenecientes a otros procedimientos judiciales", añade la Fiscalía.

El ministerio público considera que esas manipulaciones fueron entregadas a los clientes, "para evitar ser descubierta, creándoles así expectativas infundadas sobre sus pretensiones", lo que les generó "perjuicios manifiestos derivados de la absoluta manipulación de la información que les había suministrado, dificultando o impidiendo el ejercicio de sus acciones legales".

El abogado defensor sostiene que los informes médicos sobre la salud de la acusada "son contundentes", hasta tal punto que considera que sus facultades mentales están tan mermadas que deben tenerse en cuenta como "eximente completa". "Ella quiere llegar hasta el final porque hay muchas denuncias falsas, es su decisión y la respetamos", concluyó su abogado. La vista oral comienza mañana con la declaración de la acusada.