"Cállate la boca", "largo del despacho" y "eres una sinvergüenza", son algunos de los improperios que la Alcaldesa de Castrillón, Yasmina Triguero, dirigió ayer a la concejala de Ciudadanos, Silvia Argüelles, según denunció la interpelada al término de la reunión de la Junta de Portavoces que se celebró a última hora de la mañana de ayer en el Ayuntamiento de Castrillón para debatir el orden del día del Pleno ordinario que la Corporación celebrará el jueves. Los portavoces del PP y del PSOE, Jesús Pablo González-Nuevo Quiñones y Jesús Cabrales, respectivamente, tuvieron que mediar para evitar, según dijeron, "males mayores".

"Tras los improperios que me dedicó la Alcaldesa, la Junta de Portavoces continúo de una manera muy tensa. Yo le recriminé sus habituales formas irrespetuosas para con la oposición, saltándose siempre todos los límites y las normas y el reglamento de funcionamiento del Ayuntamiento", señaló Argüelles. "Conozco mis derechos y yo asisto como portavoz con el mismo derecho a voz que todos, así que no puede echarme de la reunión como si de una dictadura se tratara. La invité a que, para echarme del despacho, llamara a la Policía Municipal si tenía el valor de hacerlo. Obviamente no lo hizo, porque no llevaba razón alguna", aseguró la edil de Ciudadanos.

"La Alcaldesa me llamó 'sinvergüenza' reiteradas veces tras mis quejas, junto con las de Quiñones, al finiquitar ella sola de forma unilateral, arbitraria y de lo más autoritaria el pacto al que habíamos llegado todos los portavoces municipales al comienzo del mandato de autolimitar el número de mociones a debatir en los plenos para evitar prolongar las sesiones", dijo.

"La Alcaldesa perdió los papeles en la Junta de Portavoces, no sabe lo que es una institución porque llamó 'sinvergüenza' al menos cinco veces a la concejala de Ciudadanos. Se le fue de la manos porque estábamos debatiendo de forma normal y educada. Si Cabrales y yo no pedimos calma la cosa podía haber terminado aún pero", dijo Quiñones.

La portavoz de Ciudadanos sostiene que en el comportamiento de la Alcaldesa pudo haber influido una queja que realizó por escrito hace unos días. "Hice una propuesta para que se elabore un protocolo que incluya unos criterios mínimos, democráticos y proporcionales que garanticen la participación y el derecho de representación que tenemos los grupos de la oposición en actos y actividades del concejo. Es el caso de las entradas de protocolo para actividades en el centro cultural Valey o en otros edificios culturales de Castrillón. Las entradas las reparte la Alcaldía sin criterio conocido alguno, a los destinatarios elegidos por ella misma, a conveniencia y de forma partidista, como si en lugar de un Ayuntamiento, esto fuera un cortijo propiedad de Triguero", indicó.

"Ella reparte a su capricho y a los suyos las entradas de protocolo, y deja fuera a los concejales de la oposición que legal y democráticamente tenemos derecho de representación en dichos actos y en la vida cultural de nuestro concejo. Que copie de Avilés o Gijón", concluyó.