La incomparecencia por enfermedad del magistrado ponente que debía llevar el peso de la causa contra la abogada avilesina acusada de estafa obligó ayer a aplazar el juicio hasta el próximo año. Los letrados presentes apuntaron marzo como la fecha probable, pero podría ser incluso más tarde, en función de las agendas. Los 9 tomos -unos 10.000 folios- que dan soporte documental a esta causa han hecho inviable que fuera otro magistrado quien se hiciera cargo, ya que tendría que encargarse de examinar de nuevo las pruebas. La acusada, A. M. R., llegó acompañada de su abogado, Marcelino Tamargo, a la Audiencia Provincial, y allí aguardó hasta que se conoció la suspensión del juicio.

Tamargo indicó que el aplazamiento es una buena noticia para la defensa, ya que le permitirá reunir más pruebas con el objetivo de demostrar la inocencia de A. M. R., a quien se le reclaman 1,5 millones de euros en concepto de indemnizaciones por supuestos delitos continuados de apropiación indebida y falsedad en documento oficial. El abogado defensor insistió en que fue la enfermedad que padece, un síndrome bipolar no detectado a tiempo, la causa que le hizo caer en muchos errores, unido a una "relación tormentosa con su socio".

De todos modos, de las 39 causas que se le imputan, Tamargo sólo acepta algún tipo de responsabilidad en "tres o cuatro". "A partir de ahí se ha orquestado un sinfín de cosas. Hay una mano negra detrás de todas esas demandas", aseguró. El abogado se refirió de esta forma, aunque sin citarlo, al antiguo socio de A. M. R. "Por eso no se conforma", remachó. Respecto a la cantidad que le reclaman a su cliente, Tamargo subrayó que ella "nunca se apropió de dinero", y que en cualquier caso lo que se le puede reclamar no va más allá de 200.000 euros "como mucho". "Ha habido saña contra ella", afirmó.