Muchos alumnos de Luanco apenas conocen el resto de Gozón y otros confunden los límites locales. Es el caso del pequeño Gorka García, que ayer fue con su clase del colegio de La Vallina de excursión a Zeluán y pensaba que estaba en Avilés. Despistes al margen, los centros plantearon, por este motivo, excursiones para dar a conocer al alumnado su propio municipio. El Ayuntamiento ha querido aportar su grano de arena en esta iniciativa y ha colaborado subvencionando el transporte escolar. Incluso el concejal de Cultura, Manuel Hernández Barrios, se ha ofrecido para ser guía en alguna de estas salidas de proximidad.

Dos grupos de escolinos de La Vallina visitaron ayer el centro de interpretación de la charca de Zeluán, avistaron pájaros en la ría de Avilés y conocieron la formación de las dunas y las especies tanto de flora como de fauna de la parroquia de Laviana. "Es la primera vez que vengo a este lugar", decía el luanquín Santi Soberón. A su lado, David Fernández estaba encantado tras conocer la gran cantidad de pájaros que se reúnen a orillas del estuario. Confirmó que tampoco conocía la zona.

Sara Alonso era de las pocas alumnas que sí había visitado previamente el entorno de la charca, debido a que sus abuelos son de la zona y pescaban en las inmediaciones de la ría hace años. "Estamos aprendiendo mucho de las aves", señalaba la pequeña, que no se perdía detalle de las explicaciones que Cristina Estévez, miembro del colectivo Mavea, ofrecía en el interior del centro de interpretación de la charca de Zeluán.

Estévez habló de los tipos de aves, de lechuzas, de chorlitejos, de zarapitos y de ánades reales, entre otros. También tuvo tiempo para explicar las anémonas y las tras variantes de ostras existentes. Una de ellas es la japonesa, la más grande de todas, que es invasora, es decir, "que ocupa el lugar de otras especies" y vive en la ría avilesina.

Posteriormente, llegó el turno de los insectos. Uno de ellos es el insecto palo. "Parece un palo para que otros bichos no lo maten", indicó Santi Soberón. Los alumnos también conocieron a invertebrados que crecen y mudan su piel y hablaron de animales diurnos y nocturnos "como la polilla". "Los investigadores aún no saben porqué les atrae la luz", destacó Cristina Estévez momentos después de referirse a la mantis religiosa.

Con esta visita, los alumnos de 4.º curso de La Vallina ampliaron sus conocimientos sobre las aves y su entorno y las formaciones vegetales dunares, entre otros. Pero también aprendieron otra lección que no está en los libros, que es conocer su concejo más a fondo, que es la misión con la que los centros educativos del municipio trabajan este año con el Ayuntamiento de Gozón de la mano.