Juanma García es un rockero de toda la vida. Recuerda que su primera actuación fue a mediados de los años noventa. Se subió al escenario con "La octava maravilla" y ya de aquella creía en esa maravillosa locura del rock and roll. Fue en un bar de El Carbayedo ya desaparecido en el que los músicos tuvieron que pagar hasta las copas y tampoco cobraron. Tiempo después, decidió montar "Perros de Desguace", su banda de toda la vida, con la que en 2016 llegó a la semifinal del Festiamas y a tocar en plenas fiestas de San Mateo, en Oviedo. Ahora, ha decidido darle una tregua a su grupo y grabar un disco en solitario, ayudado por Moisés Suárez y Senén Fernández. Lo llamará "Bonita primavera (la que nos falta a los dos)" y prevé estar listo el próximo año, aunque con calma.
García es natural de L'Arena y toca la guitarra rítmica, compone sus canciones y confirma que cuando se sube al escenario se transforma. "Me lo creo, soy un rockero que en un momento monté una banda con gente decente y el único indecente era yo", señala. Escribe sus temas en casa, tranquilo, pone sobre el papel sus vivencias en un mundo de rock con "sueños en una cabeza relajada". "No pierdo el sueño por cosas que hice, con casi 41 años ahí sigo en el rock", comenta el arenesco, que rechaza a aquellos que afirman que lo mejor para componer es estar borracho.
Aboga por la simpleza en la música. "Cuatro acordes bastan para una gran canción", apunta, al tiempo que recalca que su próximo disco "tardará en salir, como los buenos". Intentará que en "Bonita primavera (la que nos falta a los dos)" participen todos los músicos que han pasado por "Perros de desguace", como José Enrique, Noé García, Marcos Guardado... "Algo van a tener que tocar", señala.
García siempre estuvo "convincentemente convencido" de que tenía que montar un grupo de rock y lo consiguió. Tiene claro que el escenario se le da bien y que sus "Perros de desguace" han llenado locales que otros bandas, a duras penas conseguían reunir a pocas personas. Ahora, confiesa que está más tranquilo. "Soy un perro viejo mordiendo, pero a la vez jugando. Ahora estoy más domesticado, pero sigo haciendo rock, sin pedal de distorsión, con letras y vivencias", destaca este músico de L'Arena que, tras años y años "ladrando" con sus "Perros de Desguace", se atreve a grabar en solitario. Pero sabiendo que su pensamiento siempre estará con su banda de rock.
