El hipotético sobrepeso o extrema delgadez de los candidatos dejarán de ser circunstancias físicas excluyentes para optar a ser policía local en Soto del Barco, conforme a la decisión que ha tomado el equipo de gobierno y que tuvo su reflejo en la supresión de la cláusula correspondiente de las bases reguladoras del próximo concurso-oposición para cubrir de forma interina una plaza de agente del orden público en el concejo. "Consideramos que se trata de un criterio discriminatorio y subjetivo y, por eso, lo hemos suprimido", explicó ayer el alcalde de Soto del Barco, Jaime Menéndez Corrales, en las filas de la Candidatura Independiente de Soto del Barco (CISB) que lleva las riendas del Ayuntamiento con mayoría absoluta.

La causa física de exclusión en los procesos selectivos de policías locales que elimina de forma pionera el Ayuntamiento de Soto del Barco tiene habitualmente su desarrollo efectivo en el cálculo del índice de masa corporal (IMC) de todos los aspirantes a vestir el uniforme (también en la Policía Nacional y la Guardia Civil); si el resultado es mayor de 28 o inferior a 18,5 se rechaza al candidato. El IMC se calcula a partir del peso y la altura de cada individuo y supone un primer acercamiento al estado nutricional, si bien los propios expertos en salud admiten que siempre conviene realizar más análisis para afinar la evaluación de cada sujeto. Según la tabla del IMC, los individuos con un índice inferior a 18,5 presentarían un estado anómalo de delgadez, entre 18 y 25 se hallarían en el "peso normal" para su talla, de 25 a 30 tendrían sobrepeso y por encima de 30 se hablaría de un problema de obesidad.

El principal sindicato policial de Asturias, el Sipla, respalda la decisión pionera que ha tomado el Ayuntamiento de Soto del Barco y es que, de hecho, es una de las reivindicaciones que el colectivo defiende de cara a su generalización en todos los concejos asturianos cuando prospere el plan para redactar unas bases comunes que regulen los procesos selectivos para la contratación de agentes policiales, ahora mismo tantos y tan diferentes como ayuntamientos existen en la región. "Existe consenso entre los sindicatos sobre la falta de sentido de usar el IMC como causa excluyente para concurrir a un proceso selectivo de policías locales: si el candidato tiene -imaginemos- sobrepeso, es probable que no pase las pruebas físicas; y si las pasa, por qué va a tener que ser penalizado por su condición física", razona Manuel Jesús Villa, secretario general del Sipla en Avilés y también de la Confederación Nacional de Seguridad Local.

Tanto el Alcalde Menéndez Corrales como el sindicalista Villa salen al paso de la rumorología que no ha tardado en generarse al respecto de la insólita decisión de Soto del Barco de abrir la puerta a la concurrencia de las personas gordas al concurso-oposición para cubrir una plaza de policía local. Y es que ha se ha dado a entender en ciertos foros que el equipo local de gobierno tiene "preconcedida" la plaza en liza y necesita usar la "artimaña" de suprimir el criterio del IMC para salirse con la suya.

"Eso es una insidia; las bases del concurso son tan transparentes como que están publicadas en el Bopa y quien esté en desacuerdo con algún apartado de las mismas tiene medios para hacer valer sus razones a través de los recursos correspondientes", zanjó el Alcalde. "La convocatoria del concurso-oposición que nos ocupa es pública y, como tal, sujeta a los requisitos legales. Si alguien discrepa, tiene herramientas a su alcance para intentar anular el proceso", aseguró Manuel Jesús Villa.

El Ayuntamiento de Soto del Barco tiene a tres personas en la plantilla de la Policía Local y la plaza que ahora sale a concurso es la que deja libre la jubilación de uno de los agentes.