El bar Moncho, en la calle de La Paz, en Versalles, se ha convertido en objetivo continuado de los ladrones de tragaperras de Avilés. "Hace dos años que entré en el local tras hacer una reforma. Desde entonces han robado cinco veces", se lamentó Juan Carlos López, que es el dueño del bar. El último ataque tuvo lugar en la madrugada de ayer. "Destrozaron la puerta y también la máquina tragaperras", apuntó. "No hubo más porque los vecinos les escucharon", añadió.

"Hoy [por ayer] se cumplen tres semanas desde el último robo", señaló. Hace cuatro meses también le habían entrado. "En total han sido cinco robos. Todos igual: con una maza rompieron la luna y la máquina. En una ocasión también se llevaron la máquina registradora y en otra, sólo el cajón", contó el hostelero. Un robo rápido: una maza, cristales rotos y máquinas forzadas. Y, después, una huida rápida en coche. Y así hasta esperar a la próxima noche.

Lo que se llevaron fue la recaudación de las máquinas. Por su propia naturaleza, el camarero desconoce la cantidad fija. Lo que no desconoce son las molestias que conlleva el cambio de luna en el bar.

Los robos de tragaperras son constantes en todo el Principado. El pasado fin de semana, por ejemplo, los ladrones forzaron la entrada de un bar en Las Vegas, en el concejo de Corvera. Entonces fue con una tapa de alcantarilla, pero el resultado fue el mismo: cristales rotos y una máquina destrozada.

A finales del pasado mes de octubre, los ladrones se enqañaron en Avilés, San Juan de La Arena (Soto del Barco) y Piedras Blancas (Castrillón) utilizando en todos los casos el mismo modo de actuar. También se produjo en la última semana un asalto por este mismo método en Llanera. No hay semana que la "banda de las tragaperras" esté parada. El sector pide medidas.