José Antonio Rodríguez y su mujer María Rosa (Mari) García se propusieron en 2008 organizar una comida anual para reunir a exalumnos y amigos de las Escuelas de Arnao. La iniciativa no pudo tener más éxito. Llegaron a reunir a más de 250 comensales y ayer celebraron el noveno encuentro consecutivo, con menos afluencia pero con la misma ilusión. "Ha estado muy bien, a todo el mundo le encantó. Esto de la comida comenzó a lo tanto y ya vamos por el noveno encuentro. En esta ocasión nos hemos reunido 150 personas en un ambiente muy ameno y cordial", dice ella.

La novena comida de hermandad de los exalumnos y amigos de las escuelas del Ave María de Arnao se celebró en el restaurante Marqués de la Moral de Naveces. El menú fue "como el de una boda": entrantes variados, crema de marisco, merluza a la sidra, sorbete de limón, cabrito con patatinas y guisantes, y de postre, tarta de milhojas. "Todo buenísimo".

Los organizadores homenajearon en el encuentro a la nonagenaria Margarita López, natural de Las Chavolas y vecina de Piedras Blancas, a la que entregaron un pergamino, una fotografía enmarcada y una flor de Pascua. Los participantes pudieron contemplar, entre bocado y bocado, su querida escuela en miniatura. "Salvador Martín (antiguo alumno y exjugador del Arnao Club de Fútbol) trajo la maqueta de la Escuela de Arnao, de la Iglesia de San Martín y de la casa donde él vivió.

Los recuerdos afloraron en el reencuentro. "Nosotros vivimos en Salinas desde hace 42 años pero soy de Arnao de toda la vida, nos tira mucho. Ahora da pena como está la escuela. Teníamos unos maestros buenísimos, salíamos de allí muy bien preparados", presume Mari García, que ya piensa en el décimo encuentro.