Juegos de mesa, muñecas, construcciones, juguetes de hojalata, cuentos, mariquitas, chapas, coches, trenes, camiones... Visitar la exposición "Juegos y juguetes. Memorias imborrables" inaugurada ayer en la Casa de Cultura supone un viaje a la infancia feliz para quienes han disfrutado de muchos de los objetos reunidos en la muestra, que permanecerá abierta hasta el día 28 de enero.

Integrada por alrededor de 200 piezas, recoge la historia del juguete sin un orden, señala la comisaria Carmen Gallo, que junto a una veintena de personas de distintas procedencias geográficas ha cedido juguetes para ser exhibidos en Avilés.

"El juguete forma parte de nuestra vida, sirve para educar en valores, para forjar aficiones y también oficios", comenta la coleccionista tras la apertura de la muestra en la que participaron alumnos del colegio público Sabugo. Asimismo, destaca que el juego es un derecho y debe estar garantizado para todas las personas y en todos los rincones del mundo, de ahí que presente la colección como un acto para hacer ver que muchos lugares del planeta carecen de estos entretenimientos. Por ello, las piezas donadas y que no encajaban en la exposición tendrán como destino un campo de refugiados aún por determinar, dijo la promotora de "Juegos y juguetes".

En un afán de acercar al público de todas las edades el contenido que se exhibe, Carmen Gallo propone a personas de distintas generaciones compartir la exposición. Para unos supondrá regresar a la infancia y para los pequeños conocer los entretenimientos de otra época, ya que en la Casa de Cultura puede contemplarse desde una pandereta de hace noventa años o un rompecabezas que ya cumple los setenta, hasta los populares "Juegos Reunidos", cuentos desplegables, cacharritos, muñecas de cartón o camiones de madera. "Aquí hay historias y escenas de la vida cotidiana", concluye la comisaria de la exposición, que espera la visita de los niños para que descubran los juguetes de tiempo atrás.