Dos focas grises juveniles, de unos dos o tres meses, aparecieron ayer muertas en las playas de Xagó (Gozón) y Bayas (Castrillón), según informó Luis Laria, presidente de la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (CEPESMA). Los dos ejemplares, de aproximadamente un metro de longitud, se encontraban en avanzado estado de descomposición, por lo que en el momento en el que fueron encontradas llevaban ya varios días muertas. El hallazgo lo hicieron, en cada uno de los arenales, unos paseantes que se encontraban con sus perros dando una vuelta junto al mar. Los cadáveres se encontraban semi enterrados en la arena.

Laria explicó que avisaron convenientemente a las autoridades competentes del Principado, pero que los animales marinos seguían, a última hora de la tarde de ayer, en el mismo lugar donde fueron encontrados. Debido a su avanzado estado de descomposición será complicado determinar la causa de la muerte.

Laria informó de que tienen avistadas otros dos ejemplares de foca gris de similar tamaño y edad en el litoral asturiano que, confían, "sigan aún con vida". El CEPESMA dedica buena parte de sus esfuerzos a la conservación de la fauna marina que habita a lo largo y ancho de la costa de la región. De hecho, durante años se encargó de gestionar la aparición de cadáveres de mamíferos y pide desde hace meses una mayor actuación por parte de las autoridades autonómicas ante este tipo de casos.

Los machos de foca gris que habitan en el Atlántico pueden llegar a medir dos o tres metros de largo y pesar 170 o 310 kilos. Las hembras son mucho más pequeñas. Según los especialistas, se distingue de la foca común por el perfil recto de su cabeza y por tener las fosas nasales más separadas, así como menos puntos en el cuerpo. La aparición de ejemplares de esta especie en las costas asturianas son muy poco frecuentes, de ahí la alerta que dio ayer el responsable del CEPESMA.