El exvendedor de cupones Aladino López, de 57 años, lucha por la vida con todas sus fuerzas después de recibir una brutal paliza en la madrugada del pasado martes por parte de un joven, de 18, a la puerta de una panadería de la calle Pablo Iglesias de Piedras Blancas. Las consecuencias de la agresión han llevado a los médicos del Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA), donde está ingresado, a inducirle un coma. El juez de Avilés ordenó ayer por la mañana el ingreso en prisión del agresor. La Guardia Civil le había detenido el día previo a Reyes tras analizar las cámaras del centro de la capital castrillonense. Y es que el autor de la bestial paliza había desaparecido después de dejar tirado en el suelo a su víctima.

Aladino López es un hombre muy conocido en Castrillón, sobremanera, por su pasado como vendedor de cupones de la Once en varias localidades del concejo y el aeropuerto. Según ha sabido este periódico, el hombre entró en una panadería de la calle de Pablo Iglesias de la capital local pocos minutos después de las cinco de la madrugada.

López y el joven pidieron unos bollos. Los testigos señalan que el aspecto que mostraban los dos era de recogida, al final de una noche de fiesta, aunque no acierta a decir si se conocían. A continuación, ambos salieron y, sin solución de continuidad, en plena calle, el joven comenzó a propinar al excuponero una gran paliza a base de puñetazos y patadas. "Incluso en la cabeza", indican. López quedó tendido en el suelo, derrumbado. El joven, mientras tanto, escapó.

Un hombre que estaba sacando a un perro fue quien dio la voz de alarma: había un hombre tirado en plena calle Pablo Iglesias, que está peatonalizada. El varón estaba tendido a dos pasos de la iglesia y de una sucursal bancaria. Los agentes de la Policía Local fueron los primeros en atender la llamada. El cuerpo malherido de Aladino López estaba junto a los restos de uno de los bollos mordisqueados.

La búsqueda del autor de los hechos se llevó a cabo de manera inmediata, aunque los frutos alcanzados no fueron óptimos. El agresor vestía un plumas de color gris. La Guardia Civil tomó el relevo en la investigación hace unos días. Agentes de este cuerpo fueron los que dieron con el chico. Lo detuvieron, lo interrogaron y ayer por la mañana pasó a disposición judicial. Lo que finalmente ha sucedido es que el detenido fue trasladado a prisión como presunto autor de un intento de homicidio.