Aunque la crisis en el seno del grupo municipal del PP es un secreto a voces, ayer se hizo pública con estruendo. La gota que ha colmado el vaso es la decisión del portavoz, Carlos Rodríguez de la Torre, de romper las negociaciones del presupuesto de Avilés incluso antes de tener una respuesta del gobierno socialista. "Queremos mostrar nuestro malestar por el rumbo que está tomando el PP de Avilés. Se están tomando decisiones alejadas de los intereses de la ciudad y sin tener en cuenta a nadie. No queremos seguir siendo partícipes de esta burla; nosotros defendemos otra forma de hacer política", recriminó Francisco Zarracina, acompañado de los también concejales Constantino Álvarez y Alfonso Araujo. Los tres ediles criticaron que De la Torre en ningún momento les trasladó cómo se iba a afrontar la negociación con el PSOE ni tampoco que se iba a levantar de la mesa.

"Soy uno de los más veteranos de la corporación y he vivido momento difíciles, pero en los actuales el PP es irrelevante. No influye, no consigue sacar propuestas adelante... Y estando en la oposición, también estamos para solucionar los problemas de la ciudadanía. La espantada del portavoz no la puedo compartir", reprochó Constantino Álvarez.

El malestar llega, sobre todo, porque el presupuesto presentado por el PSOE para 2018 lleva "el ADN del PP", como recalcó Araujo. Y es que las cuentas incluyen la reurbanización del parque del Muelle y de la plaza de España -petición popular para sacar adelante el plan de mejora del casco histórico-, la partida correspondiente a los fondos europeos DUSI, que reparte el Gobierno estatal; una subida del 1,5 por ciento del sueldo a los trabajadores del Ayuntamiento aprobada por el Ministerio de Hacienda, además de dinero para el palacio de Maqua, para el que Fomento acaba de aprobar una ayuda de casi medio millón de euros. "El portavoz tiene que rectificar, sentarse en la mesa de negociación, trasladar su propuesta a la junta gestora y que todos los concejales puedan aportar. El portavoz no puede coartar el debate", sentenció Álvarez.

Los tres concejales no descartan sentarse a hablar por su cuenta con el gobierno local para conseguir arañar nuevas partidas -"no queremos ser cómplices de una situación que la gente no comprende y de alguien que está de espaldas a Avilés"-, aunque confían en no tener que llegar a ese extremo y hacen un llamamiento a Carlos Rodríguez de la Torre "para evitar el circo".

Alfonso Araujo enumeró alguna de las propuestas que podrían salir del PP, como la rehabilitación de la plaza de Hermanos Orbón, mejoras en Bustiello, La Espina y El Pozón, un centro de interpretación para Llaranes y partidas de promoción turística para ese barrio o inversiones para el Alto de Vidriero. "También se puede aumentar la aportación a la oficina de congresos, hacer mejoras en San Cristóbal o un museo de la Semana Santa, si de verdad aspiramos a ser de Interés Turístico Nacional. Ideas hay y margen para negociar, también. El PP de Avilés debe recuperar el rumbo", aseveró Araujo.

Los tres concejales instan a la junta gestora a que "rectifique los errores cometidos en los últimos tiempos y vuelva a conectar con la sociedad avilesina". Y es que reprochan a la nueva dirección, encabezada por Pedro de Rueda, haber cerrado las puertas a los afiliados y tomar decisiones de espaldas a ellos: "Están coartando su poder de decisión".