Naír Llames, una vecina del Nodo, prometió esta semana denunciar a la cofradía de pescadores "Virgen de las mareas" si no autoriza un traslado de vivienda para su familia. "Llevamos meses con humedades que cubren todas las paredes y mi hijo de 18 meses tiene bronquiolitis desde verano. Nos dicen que no hay viviendas disponibles pero sabemos de dos pisos que se acaban de alquilar a gente de fuera", asegura. Ella pone voz a otros residentes en la zona con problemas similares.

Su familia reside en un primer piso de la calle La Trainera desde hace tres años. Antes, lo hacía en otra vivienda de la misma vía de la que tuvieron que salir por una plaga de ratas. "A los que somos de aquí de toda la vida nos alquilan ruinas. Si no nos dejan mudarnos, nos iremos. Pero a Tomás Badiola le va a caer una querella", espeta Llames sobre el patrón mayor de "Virgen de las mareas", el colectivo que posee gran parte de las residencias del Nodo. "No les importa ni la salud de un bebé, llevan meses dándonos largas y se dedican a alquilar los pisos buenos a sus amiguitos. El barrio entero tendría que dejar de pagar a estos sinvergüenzas", sentencia.