Cada vez que la concejala del PP Ana Bretón relata el episodio de presuntas amenazas de su compañero de partido Francisco Zarracina, que denunció ante los órganos internos, asegura sentir "tristeza y pena". Insiste en que el también edil, al finalizar una reunión de la junta gestora de septiembre, la amenazó "con tono agresivo y violento". "Señalándome con el dedo, a un centímetro de mí y con cara de odio, me dijo: 'a ti te voy a hacer llorar'. Sentí miedo por mi familia y mis hijos", relató ayer Bretón, que apenas podía contener las lágrimas.

Afirmó que no tenía "ningún interés" en que el caso saliera del ámbito del partido -"desconozco quién y por qué filtran esto"- y ahora solo espera a que el comité de Derechos y Garantías del PP de Asturias resuelva el expediente abierto a Zarracina por este caso, desvelado por LA NUEVA ESPAÑA. Si considera probadas las amenazas, la sanción puede ir desde una expulsión temporal del partido (falta leve) a la definitiva (muy grave).

Bretón, a la que ahora mismo le resulta "muy incómodo estar en el grupo municipal", salió a dar su versión ante las "falsedades vertidas" el miércoles por el concejal expedientado sobre lo que ocurrió: "Allí había diez personas más, una de ellas policía local, que vieron lo que pasó. Si eso me pasa en mi vida personal y no en el partido, voy a la policía. Pero pasó en el partido y lo intento resolver en el partido", aseveró la concejala.

Según relató, los hechos sucedieron el pasado 20 de septiembre al finalizar la reunión de la junta gestora, tras levantar la sesión el presidente, cuando ya se estaban despidiendo -Zarracina afirma que aún fue durante la reunión-. Niega que durante ese encuentro se hubiera "ridiculizado" al concejal por haber llorado por tener que votar en contra de la constitución de un consorcio para la perrera comarcal en el Pleno. "Eso es falso. Además, si ves que a un compañero lo están ridiculizando, te quedas y lo apoyas y no te vas, como dice que hizo Constantino Álvarez", reprochó Bretón.

La concejala respondió además a Alfonso Araujo, también edil del PP, que criticó que las supuestas amenazas no se incluyeran en el acta de la reunión, sino en un anexo y quince días después. "Los actos sucedieron cuando terminó la reunión y, por eso, no se incluyó en el acta. Una de las testigos de lo que pasó fue la secretaria de la junta local y se le pidió que lo hiciera constar en un anexo", explicó. Pero lo que Bretón considera la "peor falsedad" de todas es que Zarracina intente poner en duda tanto su palabra como la del resto de testigos.

"Desde el comité de garantías me han comunicado que existen las pruebas suficientes para un expediente. Ya declaramos los dos y también el resto de testigos y ahora, lo que le toca al comité de garantías, es analizar toda la documentación y ver qué tipo de falta es. Una vez que haya resolución, habría tres meses para recurrir", apuntó. La persona encargada de esa instrucción es la abogada Ana Clavería.

La crisis en el seno del grupo municipal del PP puede quedar en manos incluso de la dirección nacional. Los tres concejales críticos con la gestora -Araujo, Álvarez y Zarracina- están iniciando el proceso para pedir el amparo de Génova ante la situación que están viviendo, con la amenaza de un expediente disciplinario por sus críticas tanto a la decisión de no negociar el presupuesto de Avilés para 2018 como a la labor que está haciendo la gestora. La caja de los truenos ha estallado.