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Jesús Rodolfo: "Aún no he hecho un tercio de lo que me he propuesto"

El concertista asturiano actúa en el Niemeyer, que hace días que agotó las localidades

Jesús Rodolfo, en una imagen promocional.

Jesús Rodolfo es una estrella de la viola, tanto que hace días colgó el cartel de no hay localidades para el recital que tiene previsto ofrecer mañana, domingo, en la cúpula del Niemeyer (13.00 horas). "Varios amigos míos me han llamado para ver si podía conseguirles entrada, pero es imposible", señala el músico, que se estrenó sobre un escenario cuando tenía 13 años, en Oviedo, en el auditorio Príncipe Felipe. "Siempre tuve claro qué es lo quería hacer en la música, pero aún no he hecho un tercio de lo que me he propuesto", confiesa el violista, uno de los más destacados del mundo a decir de los críticos que reseñan sus conciertos a este y al otro lado del Atlántico.

Rodolfo comenzó su formación en Luarca y la continuó en Oviedo. "Es un conservatorio maravilloso", destacó el concertista. "Aquí en Asturias es donde he aprendido la técnica. Estuve trece años seguidos con el mismo maestro. Lo que aprendí en Yale o en la Juillard es qué hacer con lo que aprendí en Oviedo. Yale fue la toma de contacto con los Estados Unidos y la Juillard, la profundización", define el músico que acaba de grabar las tres sonatas para viola y piano de Paul Hindemith. "La primera vez que lo escuché pensé que estaban demoliendo una casa; era una música horrorosa. Lo que pasa es que me sucedió como a los paleontólogos: quitando la arena descubrí un tesoro debajo. Por eso le elegí para abrir mis grabaciones. Es una música un poco loca, pero exige de un virtuosismo señalado. Creo que Hindemith es el Chopin del piano", apuntó Rodolfo, un apasionado de su instrumento. "La viola y el violín son parecidos, pero, a la vez, son totalmente diferentes. Es como si comparásemos un piano y un clave", apuntó el músico asturiano. "La viola es un instrumento estrella y con ella he tocado también repertorio para violín", añadió el asturiano.

Continúa formándose -está haciendo el doctorado-, recorriendo el mundo. Es un concertista afamado. "Me gusta la música de cámara y también la sinfónica, pero la practico menos", destacó. "Están saliendo las cosas bien, el trabajo que llevamos a cabo funciona", concluyó.

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