Varapalo judicial para José Luis García Arias, fundador del Grupo Melca y administrador único del conglomerado de empresas hasta mayo de 2016, cuando fue defenestrado por parte de sus familiares. El Juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Mieres acaba de condenar a la empresa Recargas y Mecanizaciones (Remesa) a abonar 4,8 millones de euros "de forma inmediata" al Grupo Melca. Ésa es la única compañía que aún continua bajo el control de García Arias.

Según explican los actuales responsables del Grupo Melca, el Juzgado rechaza los argumentos dados por el fundador. Éste alegaba que disponía hasta el año 2020 para devolver ese dinero, según un contrato fechado el 2 de junio de 2015 y firmado por el propio Arias como administrador. "Ese contrato, tal y como ha quedado reflejado en la sentencia, está falsificado puesto que el documento no se firmó en 2015 sino que fue redactado en junio de 2016, semanas más tarde de haber sido cesado como administrador del Grupo Melca, con la exclusiva finalidad de retrasar la devolución del préstamo varios años", afirman en un comunicado los actuales responsables del holding.

Y añaden: "Una vez más, los tribunales vuelven a rechazar las pretensiones de José Luis García Arias con una sentencia que supone su enésima derrota judicial y constata el estrepitoso fracaso de su estrategia basada en la judicialización de las discrepancias con los socios mayoritarios", aseguran estos últimos en el comunicado.

La deuda contraída por Remesa con Cartera de Inversiones Melca en Liquidación tiene su origen, según explicaron los peritos que fueron interrogados durante la vista celebrada el pasado enero en Mieres -es donde tiene su sede Remesa-, en el método elegido por la matriz del grupo para controlar las cuentas de sus sociedades: "cash pooling". Esto quiere decir que las cuentas de cada una de las filiales de Melca quedan a cero al final de cada día: el dinero generado pasa directamente a la empresa matriz. Esta matriz, al día siguiente, presta a sus sociedades participadas el dinero que precisan para manejarse durante la jornada. Y ahí es cuando se genera la deuda. Así están, según dijo la defensa de Remesa, Hotel Avilés y Arside. Los socios mayoritarios explicaron que no se presentó una reclamación contra esas otras dos firmas "porque están participadas al 100 por ciento". Eso no sucede en Remesa: es propiedad, al 60 por ciento, de Miguel García Becerril, hermano del liquidador de Melca, pero que apoya a su padre, el fundador de Melca, en la batalla emprendida hace casi dos años.

El Juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Mieres condena también a Remesal a abonar los intereses moratorios que se hayan devengado desde la tramitación de la demanda y los procesales desde la fecha de la sentencia. Asimismo, le impone las costas procesales.

La crisis del Grupo Melca saltó en mayo de 2016 después de que dos de los hijos de José Luis García Arias, Daniel y Elena García Becerril sumaran sus acciones a las de su madre, Isabel Becerril, para quitar el control del conglomerado a su fundador. Desde entonces, las denuncias en el Juzgado se han sucedido.