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La mala mar arruina la temporada del percebe en el entorno del Cabo Peñas

"En Navidad, fue la última vez que pudimos salir tres días seguidos", se lamenta la cofradía

Perceberos durante una captura en el entorno del Cabo Peñas. ILLÁN GARCÍA

La temporada del percebe está resultando este año nefasta en el entorno del Cabo Peñas. El mal tiempo está marcando un año con unos registros muy bajos que han desabastecido las sidrerías y restaurantes y están afectando a la economía de los perceberos. Aunque dentro de la tormenta hay que ver un rayo de luz: las rocas se recuperarán y habrá más ejemplares. De momento, buena parte del producto llega de Marruecos.

"La semana de Nochebuena fue la última vez que pudimos salir tres días seguidos", comenta Adrián Reigada, de la cofradía de Luanco. Desde entonces, "sólo hemos salido cuatro o cinco días y con mar muy mala". A ello, se une que "este año no creció nada el percebe, ni aquí ni en Galicia. Dicen que porque la primavera pasada no llovió".

Para no esquilmar las rocas, los propios perceberos han decidido salir sólo diez días cada mes, "pero con el mal tiempo muchos no han podido hacerlo en el mes ni un día". La falta de trabajo por el mal tiempo no está cubierta con ninguna ayuda, así que hay que dedicarse a otras labores. "Yo tengo un barco y ando al marisco, otros al palangre, pero hay quien sólo vive del percebe", explica Adrián, aunque "el tiempo vino malo para todo". Ahora, "hay centollo, pero poco, a ver en mayo, que se abre el bugre y la langosta".

Este parón tendrá un beneficio claro "para mantener las rocas. En una zona pequeña, estamos muchos perceberos y si vamos todos, acabamos con ello". Aproximadamente cincuenta licencias en la zona en que trabaja Adrián. Para evitar arrasar la zona, "planteamos una reunión en la cofradía y decidimos salir diez días al mes".

No sólo el mal tiempo hace daño a los perceberos. El furtivismo es otro problema al que se enfrentan. Pero ante el que ya asumen que tienen la batalla perdida. "Siempre hubo furtivos y los seguirá habiendo", comenta Adrián. "La gente no tiene dinero y se tira a lo que sea. Si los pilla el Seprona, da igual, porque son insolventes, les quitan las herramientas y nada más. Pero a la semana siguiente vuelven a estar aquí".

Pese al parón, algunas sidrerías exhiben percebes en sus mostradores. "Es percebe marroquí, pero no tiene nada que ver con el de aquí. Sirve para poner de tapa con una botella de sidra, pero es muy distinto". Los perceberos confían en volver al entorno de Peñas pronto. "A ver en primavera".

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