"Si elegís este hospital para formaros, vuestro contacto con los pacientes será muy cercano, os trataremos con la familiaridad propia de un sitio donde todos nos conocemos, entraréis en contacto con el ejercicio de la medicina en zonas rurales y urbanas, participaréis de programas de investigación y tendréis mucho trabajo; sobre todo de esto último podéis estar seguros: somos tan pocos que tocamos a muchas barrigas que explorar". El gerente del área sanitaria de Avilés, Enrique González, no anduvo con paños calientes para poner ayer en situación a los médicos y enfermeras recién licenciadas que optan a hacer el obligado periodo de residencia para completar su formación, convertirse en especialistas y, con el tiempo, afianzar una plaza laboral.

El área sanitaria de Avilés, que tiene al Hospital Universitario San Agustín como centro de referencia, saca este año 21 plazas para residentes y se halla en pleno proceso de "campaña" para captar aspirantes. El gerente destacó que un hospital de tamaño medio como es el San Agustín "nunca será la opción ideal para un médico que se quiera formar en cirugía torácica, pero sin duda tenemos medios, experiencia y capacidad para formar a grandes profesionales en otros campos de la medicina como se ha demostrado en los últimos 28 años". Enrique González, valoró especialmente dos áreas en las que el área sanitaria pasa por puntera: Salud Mental y Medicina Interna. Para la primera se han convocado tres plazas (dos de enfermería y una de médico) y para la segunda, dos plazas de facultativo

El anuncio de que habrá "mucho trabajo" no arredra a los aspirantes; es más, celebran oír que debido a las características del hospital y del área sanitaria, así como la planificación de la docencia, trabajarán codo a codo con los profesionales veteranos y sus tutores y pisarán mucho más quirófano del que podrían soñar los residentes en grandes complejos hospitalarios. "Esto es en realidad una ventaja, puesto que de lo que se trata en el periodo formativo que empieza para estos recién licenciados es de aprender; y no hay mejor forma de hacerlo que con las manos en la masa", explicó la jefa de docencia, la doctora Mercedes Cándenas.