La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Arrecian las quejas por las obras en el acceso a Avilés desde la autopista "Y"

Los baches, los constantes cambios en la señalización de carriles y los impactos de piedras en los coches desquician a los conductores

Gran enfado entre los conductores que acceden a Avilés por la "Y" debido al "pésimo" estado de ese tramo de la vía. El inicio hace dos meses de la fase final de las obras para construir el nuevo enlace del parque empresarial ya presagiaba molestias para los automovilistas a su paso por el ramal que une la ciudad con la autopista a Gijón y Oviedo, pero la realidad pinta peor de lo esperado. Baches, mala señalización y piedras que saltan contra los vehículos son solo algunos de los problemas denunciados.

La falta de mantenimiento de los pavimentos en la zona afectada por las obras ha generado abundantes baches y roderas que, en días de lluvia -y no han sido pocos este invierno-, acumulan agua, lodo y piedras que saltan al ser pisadas por los vehículos y se convierten en auténticos proyectiles que castigan las carrocerías y, en algunos casos, "cascan" los parabrisas.

Dos talleres avilesinos especializados en cambios de lunas consultados por este diario han confirmado que, desde enero, han notado un repunte de trabajo, tanto por vidrios rajados como por parabrisas con "picotazos" fruto de las chinazos. "Es casi un lugar intransiable", lamenta Gonzalo Suárez, con trabajo en Gijón y que transita a diario por la vía.

Al peligro de las proyecciones de piedras, los conductores añaden las molestias derivadas de los cortes ocasionales del tráfico, ya sea de carriles aleatorios o, incluso, de todo un sentido de la marcha. Estas circunstancias suelen darse cuando el avance de los trabajos implica la colocación de piezas en voladizos próximos a las calzadas abiertas al tráfico. "Es difícil que haya un día sin problemas", comenta Aurora Miravalles. Otra queja reiterada es la colocación de conos que delimitan carriles provisionales para la circulación y que en un solo día cambian varias veces de sitio. La práctica "invisibilidad" por la suciedad acumulada de las señales horizontales, de cuya pintura apenas queda rastro, también levanta numerosas protestas.

Compartir el artículo

stats