En "Un beso" hay una muerte al final, pero eso no es lo malo. Lo malo es el camino que llevó a los personajes a ese final tan trágico. Ese es el que mostró ayer tarde la compañía "Tanttaka Teatroa" en el club del Niemeyer, una obra basada en una novela de Iván Cotronero que se sustenta, a su vez, en un suceso real.

La tragedia la protagonizó Mireia Gabilondo, que da vida a la profesora de Literatura de una pareja de jóvenes que se mueven entre el acoso y la tristeza. Y también la falta de amor y, además, la ausencia de libertad. De todo eso fue la obra que sirvió como llave para el festival LGBTIQ que echa a andar esta tarde en el propio complejo cultural de la ría.

"Un beso" es un espectáculo que lleva cuatro años de gira, que se presentó en San Sebastián y que allá donde se ha representado llamó la atención de críticos y espectadores novatos.