La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El lenguaje, la prioridad del Infanta Leonor

La escuela de Piedras Blancas estimula a los niños con juegos orales y dice no tener "prisa por el aprendizaje de leer y escribir""

Los alumnos, en fila, en el pasillo del centro. MARA VILLAMUZA

La vida de la Escuela de Educación Infantil Infanta Leonor de Piedras Blancas gira en torno a la biblioteca. Este espacio amplio, alegre, ordenado y luminoso representa el "corazón del centro", apunta Maite García Álvarez, directora de la institución educativa más antigua de la localidad castrillonense, que este año cumple cien años. La relevancia de dicho espacio, cuyos libros están organizados por colores según los temas, radica en la importancia que en el Infanta Leonor se otorga al aprendizaje a través de los textos. Por este motivo, la sala alberga actividades de animación a la lectura, actúa como una biblioteca pública los lunes por la tarde para que acudan las familias con los niños y, en ese afán de mimar los volúmenes que se agolpan en las estanterías, se programan talleres para su mantenimiento y reparación; es decir, se convierte en una enfermería de cuentos donde se curan las heridas que provocan las pequeñas manos de los incipientes lectores.

Frente al abultado número de libros y cuentos de la biblioteca, en las seis aulas de la escuela de la calle Pablo Iglesias no hay libros de textos convencionales. El objetivo del centro no es que los pequeños aprendan cuanto antes a leer y escribir, aseguran sus educadoras; la prioridad, dicen, es el lenguaje, detectar posibles dificultades para abordarlas lo antes posible y estimularlo a través de juegos orales. "Al tratarse de una escuela pequeña no tenemos prisa a la hora de afrontar los procesos de aprendizaje, aquí no vivimos con la presión de Primaria", observa la tutora Mari Cruz Suárez Fernández.

Los 108 alumnos de Piedras Blancas trabajan con proyectos y desarrollan los temas para fomentar la curiosidad y promover la investigación. Este sistema es uno de los diferentes procedimientos de enseñanza que desarrolla el equipo docente. No se limita a un único modelo pedagógico y combinan varios en función de las necesidades, comentan. Una de los últimas iniciativas ha sido mezclar niños de diferentes edades. "Los mayores aprenden de los pequeños y viceversa", manifiesta la tutora Chusa Vázquez, muy sensible, al igual que sus compañeras, en aplicar el principio de la igualdad entre sexos.

"Nos preocupa mucho y somos especialmente cuidadosas en esto, incluso cantamos las canciones con doble género", comenta Maite García Álvarez, para enlazar este sistema que promueve la no discriminación por razón de sexo con las emociones. "Van relacionados y es importante hacer hincapié en ambos aspectos porque ayudan a evitar la violencia de género y a fomentar las habilidades sociales", añadió la directora, defensora a ultranza de abrir la escuela a las familias y buscar su implicación en las actividades que tienen en marcha. "Hablamos mucho con ellas, organizamos varias charlas a lo largo del curso y queremos que participen también en el aula", destacó la educadora.

El ruido y el movimiento son dos de las características de estas aulas castrillonenses. "Mucho de nuestro aprendizaje es a través del movimiento por ello, aquí, a diferencia de otros espacios, queremos que los niños hablen y se muevan mucho; si no hay ruido, la escuela estaría muerta", opina Mari Cruz Suárez. Para facilitar ese aprendizaje, las clases se distribuyen por rincones y cuentan con una zona común llamada asamblea, donde al inicio de la jornada el grupo saluda, habla y resuelve conflictos, siempre con respeto y tras levantar la mano", relata Chusa Vázquez. El día también concluye en este lugar, en esta ocasión con la lectura de un cuento "para fomentar la escucha".

En los próximos meses, la escuela de Piedras Blancas celebrará de puertas para dentro y sin grandes fiestas los cien años de existencia. "Es un colegio muy querido que está en el corazón de la gente", afirma la directora, que aspira a ver reformado pronto el tejado del edificio sobre el cual ya existe un proyecto realizado por un arquitecto y adecentada la singular fachada que mira a la calle peatonal. "Hay goteras, se obstruyen los canalones y tenemos palomas instaladas en el tejado", concluye.

Compartir el artículo

stats