La jira al pantano nació en Llaranes el 1 de mayo de 1958 como complemento a unas jornadas asamblearias impulsadas por el movimiento obrero cristiano, más concretamente por la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y la Juventud Obrera Cristina (JOC). Lo cuenta el investigador José Ángel del Río Gondell, que recientemente ha publicado un revistín de la colección "Fueya d'Historia de Llaranes", que repasa los orígenes de la fiesta y se titula: "San José Obrero: relato de la culminación de un bello proyecto". "Esa jornada comenzó en el cine Ráfaga y después, hubo una misa en la plaza mayor de Llaranes. A la hora de la comida, Fran Lorente comentó la posibilidad de ir a comer al pantano y así comenzó todo", dice Del Río. La misa fue oficiada por el entonces Obispo Auxiliar, Francisco Javier Laucerica.

Aquel acto de la HOAC y la JOC fue promovido entre otros por José Borbolla y Oscar Iturrioz, ambos párrocos. "Es decir la primera convocatoria es ajena a Ensidesa, que tomaría las riendas de la celebración a partir de 1961", destacó el investigador de Llaranes. "Ese acto congrega a no pocas personas, debían ser unas seiscientas y no solo había gente de la zona, también de otros lugares", destaca Del Río. Unos meses antes de la primera jira, en diciembre de 1957, Borbolla acompañado por Iturrioz es confirmado como primer párroco. "Ambos cuidaban la actividad juvenil y eran contestatarios para la época, por lo que podemos decir que el germen de la jira, antes de que Ensidesa tomara parte directamente, eran contrario al régimen aunque estuviera tolerado por el hecho de la iglesia estaba de por medio", señala el investigador, que recuerda además que en aquellos tiempos tanto Llaranes como Trasona "no formaban parte ni de Avilés ni de Corvera sino del 'municipio' separado de Ensidesa".

La fiesta del Primero de Mayo en el embalse, entonces de San José Artesano, continuó en 1959 con más auge que el año anterior con más de 2.300 asistentes de toda la región que llegaron en unos cuarenta autocares. "Borbolla comienza a tener problemas internos que le enfrentan con los poderes de la Iglesia, que le alejan de la parroquia de Llaranes", explica Del Río. Esas cuestiones derivan en que en 1960 la fiesta no llegue a desarrollarse. Un año más tarde, la extinta Ensidesa organiza su primera jira de manera oficial e instaura la primera romería de la temporada que cada 1 de mayo llena el pantano.