El teatro Palacio Valdés sigue añadiendo muescas en forma de estrenos absolutos en sus tablas. Tras "El tratamiento", de Pablo Remón, e "Ilusiones", de Iván Viriapev, toca el turno ahora a "La valentía o cómo (con)vivir en una casa a cinco metros de una autopista". El odeón avilesino acoge lo último de Alfredo Sanzol la próxima semana (viernes 11, a las 20.15 horas), el tercer estreno nacional consecutivo en poco menos de dos meses.

El director de "La ternura" -un espectáculo que se programó en el Centro Niemeyer a finales del pasado abril- es también el autor de "La valentía", una comedia que interpretan Inma Cuevas, Estefanía de los Santos, Natalia Huarte, Jesús Barranco, Font García y Francesco Carril. Precisamente, Carril fue quien protagonizó "El tratamiento", la historia del guionista perdido en el maremágnum de su propia tristeza, un montaje por el que se ganó el aplauso de los espectadores avilesinos y también de los que llenaron el Pavón Kamikaze de Madrid.

Sanzol, que es uno de los dramaturgos más importantes del momento, se llevó el Premio Nacional de Literatura Dramática del año pasado. La primera vez que se presentó en el teatro Palacio Valdés fue con una comedia que cambió -en cierta manera- la escena teatral nacional: "Sí, pero no lo soy". A partir de ahí, poco de lo suyo no se ha visto en la ciudad. Y aparte de escribir, también dirige. Y lo hace a lo grande. Sin pretenderlo se ha convertido en un referente del nuevo teatro español. En cierta manera, su carrera y la de Miguel del Arco (que presentó recientemente "Ilusiones") corren paralelas desde hace al menos una década.

"La valentía" se centra en Guada y Trini, que han heredado una casa familiar, la misma en la que transcurrían los largos veranos de su infancia. Cuando regresan a ella, se encuentran con un problema: a cinco metros de la puerta hay una autopista.

El montaje lo produce la compañía La Zona, que es una de las principales del país, tanto que tienen en su historial montajes tan importantes como "La piedra oscura", un texto de Alberto Conejero que dirigió Pablo Messiez y que se pudo ver en el Palacio Valdés hace pocos meses. La empresa se ha encargado también de producir los dos últimos montajes de Sanzol: "La respiración" y "La ternura".

El dramaturgo navarro crea sus peripecias por medio de cimientos que clava sobre las arenas fértiles de la realidad. Lo que sucede es que lo que crece son sueños, imaginaciones desbordantes y hasta un elefante rosa. Algo de eso es lo que sucede en la función que se presenta de manera oficial la semana que viene y que la compañía ultimará en Avilés. Y es que el Palacio Valdés hace tiempo que se ha convertido en un escenario que da suerte a todos cuantos se deciden por él. Y en los últimos veinticinco años han sido muchos.