La bala que impactó el pasado viernes en la furgoneta de la Selección española de piragüismo en el centro de tecnificación de Trasona, sin causar heridos, no es la primera que se ha encontrado en las inmediaciones. Trabajadores y usuarios del Centro de Alto rendimiento afirman que todavía encuentran proyectiles "de vez en cuando" en la zona, algo que suelen achacar más a que alguien los haya dejado en el suelo, después de recogerlos más cerca del campo de tiro, que a que sean disparos, aunque el impacto en el vehículo hace que vuelva la preocupación.

Y es que hace más de una década, en 2006, se presentaron dos denuncias en la Guardia Civil por un suceso similar. Por aquel entonces, en apenas un año dos personas vieron como sendas balas impactaban cerca de ellos. Igual que ocurrió este fin de semana, no hubo heridos, solo un susto.

Aquellas denuncias propiciaron que, por precaución, se levantara un muro en el campo de tiro de Trasona, que se encuentra a unos doscientos metros del centro deportivo. Desde entonces, no había habido, que se sepa, más denuncias por sucesos similares, hasta que este viernes volvió a producirse un hecho que dejó con el susto en el cuerpo a tres entrenadores del selección española que se encontraban junto a la furgoneta.

Agentes de la Guardia Civil continúan investigando lo sucedido este viernes y desde el campo de tiro insisten en que nadie utilizó un arma del calibre de la bala que rompió el cristal del vehículo.