A base de pequeños descubrimientos cotidianos, los niños comienzan a sentar las bases de su educación, cada uno a su manera, a edades muy tempranas. Resulta imprescindible, por tanto, que estas primeras piezas se asienten con especial firmeza para evitar que en niveles de formación superiores los jóvenes estudiantes acaben por desarrollar problemas de comprensión que entorpezcan su rendimiento académico. Con esta idea de trabajo funciona el Centro de Estudios Números, conocido en la ciudad por ser pionero en la enseñanza de Matemáticas a través de técnicas manipulativas -un método que ayuda a que el alumno deje de ver los números como un concepto abstracto- y por impartir cursos, talleres y juegos educativos para todo tipo de niveles y edades.

El centro comenzó a impartir clases hace ocho años en la calle Severo Ochoa. El sucesivo aumento de matrículas durante este tiempo, no obstante, ha llevado a su responsable, Cristina Martínez Peón, a trasladar sus actividades a un moderno local en la calle Quirinal, inaugurado la semana pasada. En el nuevo espacio, que cuenta con siete aulas separadas y está adaptado para permitir la entrada a personas con diversidad funcional, trabajan cuatro profesionales altamente cualificados para atender a los 155 alumnos -entre ellos también universitarios y adultos- actualmente inscritos. Al basar su metodología en una enseñanza individualizada, en Números los grupos están compuestos por un máximo de 5 integrantes. Según Martínez, esto permite que los profesores puedan adaptarse al ritmo de cada individuo. Así, cada matriculado repasa con su tutor el temario de turno de su clase ordinaria, atiende a las explicaciones sobre las partes que no ha entendido en la escuela y recibe la tarea necesaria para asimilar lo aprendido. Mientras las termina, el tutor pasa al siguiente alumno, y así sucesivamente. Cada joven marca su propia ruta de aprendizaje.

Aunque a día de hoy el centro imparte también clases de Informática y Física y Química, Números nació como un centro en el que poder aprender Matemáticas de forma divertida y fue, de hecho, el primero de la ciudad en impartir esta materia a través de técnicas manipulativas. Este método de enseñanza -indicado sobre todo para niños de Infantil y Primaria pero adaptable a cualquier edad- permite que los pequeños aprendan a hacer cuentas simples mediante el juego y el manejo de objetos. Así, según Martínez, los jóvenes alumnos dejan de ver las cifras como algo abstracto -un concepto muy difícil de asimilar a edades tempranas- y al ser capaces de ver, tocar y mover los números con los que trabajan comprenden, ahora sí, lo que significa sumar, restar y multiplicar cantidades. En este centro los números se pueden, literalmente, tocar.

Además de las clases citadas, Números cuenta también con un taller de Técnicas de Estudio. Martínez sostiene -refrendada por gran parte de los profesionales de la educación- que con las herramientas adecuadas un alumno puede aumentar su rendimiento sin incrementar el número de horas de trabajo. Se trata, según ella, de que el joven no estudie más, sino mejor.

El centro Números ha programado también un verano lleno de novedades. Este año, su tradicional Campus Matemático pasará a llamarse la Semana de la Ciencia, ya que se ampliará la temática de su contenido. Aquéllos que se matriculen podrán disfrutar, entre los ¬días 25 y 29 de junio, de toda una serie de talleres y juegos para descubrir la parte más lúdica del mundo científico. Habrá, entre otras actividades, un taller de diseño con un lápiz 3D, otro sobre tecnología creativa y otro sobre periodismo, en el que los inscritos aprenderán a editar su propio periódico. Todos aquéllos que se matriculen en el campus durante este mes tendrán un 10 por ciento de descuento. El centro abrirá durante todo el verano en horario de mañana.