Avilés ha perdido en la última década el 55% de su flota, según el informe "Evolución del número de buques en los últimos 10 años. Estrategia para el 2021-2030" del Gobierno regional, que cifra en diecisiete los buques actualmente ligados a la villa. Otro puerto que ha sufrido un descenso, aunque menos llamativo, es el de Luanco (Gozón), que ha restado un cinco por ciento de embarcaciones en el puerto base. Por el contrario, llama la atención San Juan de la Arena (Soto), uno de los cuatro puertos asturianos en los que ha aumentado la familia pesquera en algo más de un veinte por ciento en este tiempo.
Por facturación y volumen de descargas, no obstante, es Avilés el puerto más sobresaliente del Principado al ser destino de las descargas de embarcaciones de otras regiones e incluso de otros países del entorno, muchas de ellas participantes en pesquerías de altura y gran altura. Actualmente, por ejemplo, Avilés está recibiendo importantes descargas de bonito: este pasado viernes, se esperaba la descarga de 25.000 kilos de esta especie de alto valor comercial.
Pero, ¿cuál es la radiografía del sector pesquero asturiano? El número de buques de pesca activos en el Principado, tanto en situación de alta definitiva como provisional, era de 248 embarcaciones en 2021, últimos datos actualizados. La distribución de estos en censos por modalidad de pesca muestra que un 77,42% pertenecen al de artes menores, un 15,32% a volanta, palangre de fondo y rasco, un 2,42% son buques de cerco y otro 2,42 % son buques de arrastre de fondo, todos ellos pertenecientes al Caladero Nacional Cantábrico y Noroeste (CNW). El resto compone el censo de buques de pesca de altura en el caladero comunitario. Así pues, la flota asturiana se estructura mayormente como flota artesanal, con 188 buques con presencia en todos los puertos, pero especialmente en Cudillero, San Juan de la Arena, Luanco y Luarca.
En cuanto a la antigüedad de la flota asturiana, la edad media se sitúa en 24 años, por debajo de la media de la flota activa española, que en el año 2020 era de 32 años: la más antigua es la más numerosa, la de artes menores, con 24 años y la más ‘joven’ la de rasco, con 15 años de media. Esta flota se reparte entre los distintos puertos de la región: 19 con base desde el oriente al occidente asturiano. La pérdida de barcos –en el cómputo total el número de buques ha descendido en Asturias en un 21,26% desde el año 2010, lo que representa 67 unidades– no es un problema que afecte únicamente a la región. A finales del pasado mes de junio, los pescadores reclamaron al Gobierno, con motivo del Día internacional de la Gente de Mar, un plan de reconversión con ayudas al desguace de barcos que permita el saneamiento y la supervivencia de la flota española ante crisis como la del gasóleo, agravada por la invasión de Ucrania.
Los responsables de la patronal de armadores Cepesca y de la Federación Nacional de Cofradías Pesqueras (FNCP) alertaron, en declaraciones a la agencia Efe, de la necesidad de una reestructuración, ya que en la mayoría de las modalidades de flota hay dificultades económicas, para salvar al pescador al que califican como "una especie en peligro de extinción".
"Hace falta una reconversión y una reestructuración ordenada o hay un plan con ayudas al desguace y paralizaciones o nos vamos a ir pudriendo todos", señaló al respecto el presidente de la FNCP, Basilio Otero. Agregó el secretario general de Cepesca, Javier Garat: "El futuro de la pesca está en entredicho. Entre todos debemos trabajar para darle la vuelta a la situación e intentar atraer a los jóvenes a un sector que debería tener importancia como proveedores de alimentos saludables".
Unos 8.800 buques componen la flota pesquera española, que genera 31.000 empleos y 1.600 millones de euros.
